Hace unos días, compartiendo un café con unas amigas, charlábamos sobre los niños y sus cosas. Hablando de todo un poco surgió el problema de una de ellas: su hijo de 9 años no quiere ir al cole: “Para él es un problema levantarse por las mañanas y prepararse para acudir a clase. Los niños más mayores le insultan y se ríen de un problema físico en su cabeza, con el que nació. Pero esto ha llegado más allá, el peque tiene tanto miedo a las palabras y las burlas de los demás que evita relacionarse con otros niños fuera de su círculo más cercano”.

Los pelos de punta se me pusieron al colocarme en la piel de ese niño y de esos padres. Cómo convencer a tu hijo de que no haga caso del asunto, de que es una persona maravillosa…, de que sus verdaderos amigos le quieren con sus virtudes y sus defectos… Complicado, muy complicado, para el pequeño y para la familia. Entonces surge la impotencia, la inseguridad y la rabia, ¡qué ganas de decirles cuatro cosas a esos niños y a sus padres!

Os dejamos unas directrices generales sobre cómo actuar desde la familia:

  • En primer lugar ESCUCHA AL NIÑO. En este caso el pequeño ha contado a su madre lo que le ocurre pero en otros casos tienen miedo a contarlo por las consecuencias que eso le puede acarrear (más insultos, burlas, sentirse culpable…). En el último caso hay indicios de que algo puede estar ocurriendo, no quiere ir al colegio ni relacionarse con otros niños, sufre ansiedad, dolores de estómago u otros síntomas físicos por el miedo que le produce tener que volver a esta situación. Intenta que rompa ese silencio, él no tiene la culpa de lo que le ocurre, interésate por lo que hace, lo que siente y cómo podéis solucionarlo. Recuerda que él es la víctima, necesita ayuda y hay que resolver el problema entre todos.
  • Puede que pensemos que esto es pasajero, cosas de niños que siempre hemos vivido en la escuela… y evitemos hablar con la tutora o la dirección del centro confiando en que esto va a cesar. Nunca se debe justificar el maltrato, y los agresores tienen que ser castigados y reconducidos en su comportamiento. Por este motivo es primordial PONERLO EN CONOCIMIENTO DEL COLEGIO y de las familias de los agresores.
  • Dentro de los colegios/institutos existen PROGRAMAS DE CONVIVENCIA, incluso una comisión específica para esto, que tiene a su alcance estrategias y recursos para mediar en este tipo de conflictos. Por lo tanto, acércate al tutor o la persona de confianza para comentarles vuestro problema, seguro que recibirás una atención adecuada y su implicación inmediata. Siempre cuenta con el niño para este tipo de decisiones, al principio se mostrará temeroso a contarlo a otros, pero es esencial pedir ayuda a las personas que se encuentran dentro de la convivencia escolar y que tienen el deber de colaborar y prevenir este tipo de problemas.
  • Sabemos que desde la escuela se ponen en marcha, desde las etapas de infantil, multitud de contenidos, materiales y actividades dirigidas a un fin: La educación en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia, así como en la prevención de conflictos y la resolución pacífica de los mismos.

Nosotros como padres, desde casa y en el día a día, debemos colaborar en las fortalezas que harán grandes a nuestros pequeños: su AUTOESTIMA, fijarnos en lo POSITIVO y no tanto en lo negativo, favorecer una buena COMUNICACIÓN, creer en los demás como una fuente de AYUDA para superar obstáculos y ser ejemplo de RESPETO y TOLERANCIA.

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