El primer año de vida es muy importante para el desarrollo socio-afectivo de un niño. En esta primera etapa tiene lugar el apego, un lazo afectivo que se establece entre dos personas.

En este post. hablaremos del apego que se establece entre madres-padres e hijos, cómo se forma, qué tipos de apego hay y por último. os daremos algunas recomendaciones para desarrollar un apego seguro.

¿Vamos a ello?

¿Qué es el apego?

El apego se forma con una figura específica y claramente diferenciada, es estable y se mantiene a lo largo de la vida. El sentimiento que se busca y se genera a través del vínculo de apego es el de seguridad afectiva, el deseo de contacto y la protección del niño con su principal cuidador.

Este vínculo se va formando en los momentos en que los padres atienden una necesidad o malestar expresado por el niño. Por ejemplo, si cada vez que un niño se hace daño, sus padres se enfadan, esta respuesta no calma su emoción y le puede provocar inseguridad.

Tipos de apego

Apego Seguro

El apego seguro se da cuando las demandas emocionales de los niños son cubiertas por sus padres o cuidadores: le consuelan cuando tiene miedo, le cuidan cuando está malo…

El niño con un apego seguro tiene la confianza en que sus figuras de apego les ayudarán cuando lo necesite o esté angustiado.

Apego Inseguro

El apego inseguro puede generarse por una falta de disponibilidad de la figura de apego. Esto puede darse porque el padre-madre no es sensible a las necesidades del niño o bien porque por algún motivo no puedan cubrir las necesidades de manera segura, como por ejemplo por hospitalización, enfermedad de algún familiar, duelos, depresión…

El apego inseguro puede ser de dos tipos.

Apego inseguro evitativo: Las emociones del niño no suelen ser atendidas o son rechazadas por parte de los padres o cuidadores, en forma de crítica (ej. No puedes tener miedo, eres un llorica).

El niño con este tipo de vínculo percibe a su figura de apego como no disponible y rechazante. Tiende a negar sus necesidades haciendo lo que los demás esperan de él. No confía en que su figura de apego vaya a cubrir lo que necesita.

 Apego inseguro ambivalente: Las necesidades del niño son atendidas de forma inestable, en ocasiones son rechazadas y otras veces sobreatendidas con angustia. (por ejemlo. ante la angustia que puede sentir un niño cuando se cae, el padre-madre le regaña o se asusta más que el propio niño)

El niño con este tipo de apego, percibe a su cuidador como impredecible y no tiene la seguridad de que la respuesta le vaya a calmar. Para mantener la figura de apego cerca puede intensificar sus respuestas emocionales y al mismo tiempo se resisten a ser tranquilizados por ella.

Recomendaciones para fomentar el apego seguro

  • Muéstrale al niño que estás disponible, accesible y sensible a sus demandas; atiéndele y escúchale cuando lo necesite.
  • Responde con seguridad y de forma ajustada a las necesidades fisiológicas y emocionales de tu hijo, abraza y consuélale cuando se sienta triste, asustado, se haga daño..
  • Mantén contacto afectivo con tu hijo a través de caricias, besos, abrazos…
  • Fortalece la relación a través del juego compartido, así reforzaréis la relación de una forma relajada y positiva.
  • Ayuda a tu hijo a desarrollar su autonomía. Apóyale cuando no consiga hacer algo y anímale a que lo siga intentando.
  • Comprende lo que está sintiendo tu hijo, especialmente en momentos de angustia, miedo, tristeza… Detrás de un comportamiento suele haber una emoción que atender.

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