Recuerdo muy bien cuando de pequeña hice este experimento en el cole: ¡me sorprendió muchísimo y aprendí la lección! Es esta capacidad de asombrar  lo que hace que los experimentos caseros sean una gran herramienta didáctica: a través de la sorpresa captamos la atención de los niños, que no solo entenderán, a través de una demostración práctica, un concepto teórico, sino que lo recordarán ¡para siempre!

Hoy os explicaremos cómo hacer un experimento casero con huevos. Demostraremos qué sucede con la presión atmosférica. ¿Lo vemos?

Experimentos caseros, huevo en una botella


Como veis el experimento es muy simple. Necesitamos un huevo cocido, una botella de cristal con cuello ancho (como las de leche o aceite),  cerillas y una mecha de papel que podamos encender y tirar dentro de la botella.

Podéis decirle a los peques que seréis capaces de meter un huevo dentro de una botella y luego sacarlo sin romperlo, ¡ellos no se lo creerán! Cuando se los demostréis estarán ansiosos por saber cuál es el truco.

El secreto está en poner el huevo rápidamente. Para sacarlo, debéis soplar dentro de la botella. De más está decir que el uso del fuego requiere la participación de un adulto.

¿Qué sucede con el huevo?

El fuego calienta el aire dentro de la botella, lo que provoca que se expanda. Rápidamente el fuego se extingue porque consume todo el óxigeno, y esto provoca que el aire en el interior de la botella se enfríe, causando un vacío que empuja el huevo hacia el interior. Esto sucede porque la presión en el interior de la botella es más baja que la del exterior, por lo que el huevo es succionado.

Cuando giras la botella hacia abajo y soplas dentro de ella, la presión atmosférica aumenta empujando el huevo hacia afuera.

¿Os ha gustado?

Imagen principal: Parents

 

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