Por fin llega el verano, el fin de curso de los pequeños y nuestro descanso de todo el año. Manguitos, arena, bicis, cubos, palas… todo un mundo de juegos de verano nos invitan a explorar y experimentar. Múltiples posibilidades para enriquecer el aprendizaje de los niños a través de su principal fuente, el juego. Vamos a conocer algunas curiosidades sobre los beneficios que nos brindan los juegos de verano infantiles para el desarrollo físico y mental.

Juegos de verano en el agua

Mantenerse a flote y guardar el equilibrio en el agua es complicado para los más pequeños. Churros, tablas, manguitos, cinturones con corchos, chalecos… todos tenemos más de uno en la bolsa de la piscina. Varía y combínalos, juega con el equilibrio para mantenerse a flote. Eso sí, nunca te confíes, sobre todo con los más pequeños.

Utilizar objetos que se hundan en la piscina nos da la posibilidad de trabajar la agudeza visual, la coordinación ojo-mano y calcular profundidad para llegar a través del buceo.

Botes de plástico de todos los tamaños, cubos, molinillos, botellas con agujeros, embudos, coladores… todo lo que no tenga peligro y les permita llenar, vaciar y pasar de uno a otro son juegos de agua estupendos. En la playa es ideal para mantenerse entretenido con buena protección y bajo la sombra.

Experimentación y Descubrimiento con los juegos de verano

Qué mejor momento para disfrutar de la arena, con el bañador y el agua. Con los mismos recipientes, ¿esto coge aquí? ¿y por qué no pasa esta arena mojada? ¿y si la meto por aquí? ¿me saldrá la torre como quiero?… estas cuestiones les permiten descubrir propiedades diversas de los materiales con los que juegan cuando intentan construir sus ideas.

Los más pequeños tendrán sus primeras experiencias con la arena, algunos la adoran, a otros les aterra. La temperatura y textura tan fina hace posible que se escape entre sus manos, sus pies se hundan o se convierta en húmeda rápidamente al contacto con el agua. Muchas sensaciones para el cuerpo y la mente. Igual ocurre con el jardín, césped fresquito, se arrancan las tiras verdes, cosquillea…

Juegos de verano de acción y movimiento

Bicicletas, pelotas, raquetas de playa/piscina, pelotas, saltadores… El buen tiempo invita al cuerpo a moverse y practicar deporte. Con este tipo de juegos se trabaja el equilibrio, la coordinación de las diferentes partes del cuerpo (ojo-mano con la raqueta, ojo-pies con los balones), la anticipación, creación de estrategias, mantenimiento de reglas, juegos en equipo… Invitan a la socialización con otros niños, familiares o desconocidos.

Juegos de verano de mesa

Cartas, parchís, oca, dominós, juegos de estrategia o solitarios, los juegos de mesa proporcionan momentos dedicados a la concentración en la sobremesa o antes de acostarse. Dependiendo de la edad de los niños se pueden utilizar dominós/cartas adaptados con dibujos o juegos de mesa sencillos, torres que requieran equilibrio o algunas reglas básicas. A través de estos momentos tan cotidianos los niños aprenderán a esperar su turno, respetar las reglas pactadas, perder algunas veces, preparar el juego, organizar estrategias o colaborar en equipo.

También los abalorios para hacer collares, pulseras, gomas del pelo, anillos… requieren una coordinación ojo mano muy precisa para meter el hijo por el agujero, concentración y una motricidad cada vez más fina.

Y todos estos beneficios y curiosidades de los juegos de verano están envueltos de un ambiente que, si no es lo más importante, se le parece mucho: la tranquilidad del tiempo libre en familia y/o con amigos, las actividades de verano para niños, olvidarse de los tiempos y el reloj. Pasear y disfrutar de nuestros hijos…

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