¿Qué pasa cuando un niño llora y grita al ver que el papá o la mamá se marcha de casa?, ¿es una rabieta? o ¿puede que esté demandando sentirse seguro y protegido? Es importante que se reflexione sobre qué hay detrás del comportamiento de los hijos y preguntarnos el motivo por el que actúan así. Probablemente, detrás de lo que el niño hace pueda haber una necesidad o una emoción que haya que tener en cuenta.

Hoy en Escuela de Padres hablamos sobre las necesidades de nuestros hijos. ¿Nos acompañáis?

¿Qué son y para qué sirven las necesidades?

Las necesidades físicas en los niños (beber, comer, dormir…) ocupan un lugar muy importante en sus vidas, pero igual de relevantes son las afectivas y sociales. Una carencia en estas necesidades puede afectar a su desarrollo.

Las necesidades nos dan información de las cosas importantes para nosotros. Cuando pensamos que están satisfechas sentimos emociones agradables; por el contrario, si notamos que no están cubiertas, sentimos tensión, ansiedad, frustración… Las personas que tenemos cerca muchas veces no saben lo que necesitamos. Es importante conocer las necesidades y saber expresarlas adecuadamente ya que esto ayuda a establecer relaciones personales más positivas y también más cercanas. Si las necesidades no han sido bien identificadas, pueden expresarse de forma inadecuada (como exigencias, esperando que los demás adivinen lo que nos pasa…).

Cuando los niños son pequeños, los adultos atienden y cubren lo que necesitan. Pero a medida que van creciendo se les puede ayudar a que aprendan a satisfacer sus propias necesidades de forma autónoma.

¿Cuáles son las necesidades básicas de los niños?

Las necesidades básicas de los niños son las mismas que las de los adultos. Veámoslas brevemente:

  • Fisiológicas/Corporales: es fundamental para los niños una alimentación adecuada, horas de sueño suficientes, cuidados cuando están enfermos…
  • Seguridad y protección: los niños necesitan sentirse protegidos en un hogar estable. Además, es imprescindible que los padres aporten seguridad ante los daños físicos y emocionales.
  • Necesidad afectiva y de pertenencia a un grupo: los hijos necesitan el cariño incondicional de sus padres, saber que son parte de la familia, y también establecer relaciones positivas con amigos.
  • Necesidad de reconocimiento: sentirse valorados es otra de las necesidades importantes, ya que ayuda a fomentar una buena autoestima.
  • Necesidad de autorrealización: como adultos nuestro trabajo es ayudar a los niños para que puedan lograr su independencia y buscar sus propios objetivos.

¿Cómo ayudar al niño con sus necesidades?

  • Enseñar a cuidar su cuerpo a través de hábitos y rutinas saludables ( al comer, a bañarse…)
  • Proporcionar normas coherentes y estables
  • Transmitir a los hijos que siempre va a haber alguien que se ocupe de ellos tanto a nivel físico como emocional.
  • Mostrar cariño y afecto para que ellos lo puedan mostrar a los demás.
  • Ofrecer apoyo y consuelo ante las situaciones que vive.
  • Proporcionar oportunidades para establecer relaciones sociales: en el colegio, en el parque….
  • Apoyar sus propias decisiones y permitir que se pueda equivocar.
  • Animar a que ponga en palabras aquello que necesitan o desean.
  • Buscar en los errores aspectos positivos que proporcionen experiencias de aprendizaje.
  • Entender que los sentimientos y las necesidades de los hijos son diferentes a las de los padres.
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