Son muchos los padres que asocian el momento de quitar el pañal a la llegada del buen tiempo. Si se moja no coge frío, puedo ponerle falda sin medias, los zapatos se pueden lavar, la ropa de cambio no me ocupa mucho espacio… son algunas de las frases más comunes que se nos pasan por la cabeza.

Pero… ¿es la estación del año un indicio fiable para saber cuándo debemos comenzar a quitar el pañal? En realidad, la llegada de la primavera y el verano es un momento ideal, la temperatura acompaña y es más cómodo para todos. Pero existen otras variables que debemos tener en cuenta antes de lanzarnos. Éstas nos van a dar pistas para que el proceso de retirada del pañal sea algo natural y rápido.

Quitar el pañal, qué debemos tener en cuenta

  1. CUÁNDO COMENZAR. A la hora de quitar el pañal respetemos la maduración fisiológica del niño. Entre los dos y los tres años, siempre con diferencias individuales, se produce un avance en las habilidades, capacidades y el control muscular. Fíjate si pasa largos ratos con el pañal seco, si sabe cuando se está haciendo pis/caca, pide que se lo quites porque se encuentra incómodo, tiene el suficiente equilibrio para sentarse y levantarse solo del orinal; y se encuentra motivado y atento para aprender cosas de “adultos” e intentar hacer las cosas sin ayuda.
  2. CÓMO COMENZAR. Calcula cuáles son los momentos en los que el pañal está más mojado y utilízalos como referencia para sentarse en el orinal. Suelen ser al levantarse de la cama, después de comer y a media tarde o media mañana. Al principio marca un tiempo para ir al baño, cada 2/3 horas aproximadamente. Intenta que sea antes de salir a la calle, para evitar que entren ganas durante el paseo o en el coche. Aunque salgan unas gotitas fenomenal, poco a poco. Los primeros días será normal que lo haga encima algunas veces, es algo novedoso: no pasa nada cariño, cambiamos la ropa mojada por otra seca y arreglado. ¿Qué incómodo estar mojado/sucio verdad? Por eso hay que sentarse en el orinal tantas veces, para que salga todo el pis/caca y no nos manche. A lo largo de la primera semana podrás ir aumentando la frecuencia de ir al baño y las escapadas desagradables irán reduciéndose a medida que vaya reconociendo las ganas de hacer pis. Prepara ropa de cambio cuando salgas, varias mudas  (bragas/calzoncillos, calcetines, pantalones, camiseta), si retiramos el pañal es imprescindible andar prevenidos para cambiarle en cualquier momento.
  3. CONTROL NOCTURNO. Es importante seguir utilizando el pañal para dormir (siesta y noche), ese paso lo daremos cuando controle perfectamente el pis/caca de día y amanezca con el pañal seco durante 15 días/1 mes aproximadamente. El control nocturno puede demorarse hasta pasados los 3 años. En la retirada del pañal nocturno hay que tener en cuenta las diferencias individuales, es normal que algunos niños puedan lograrlo poco después del control diurno y otros demorarse hasta los 4 años. RESPETA su ritmo.
  4. CONSEJOS A LO LARGO DEL PROCESO. No regañarle porque se escape. La retirada del pañal es un proceso de aprendizaje y, como tal, requiere su tiempo. Recuerda que debe ser algo positivo y no una tragedia. No compares con hermanos ni otros niños y, si puedes, evita que coincida con un momento importante como adaptación al cole o llegada de un hermano. Informa a los adultos cercanos al niño (la profe del cole, niñera/cuidadora, abuelos…) de que habéis comenzado con el proceso y cómo lo lleváis a cabo. Es importante que el entorno actúe de forma similar y esté coordinado. No sería razonable que en casa de los abuelos llevara pañal y en la suya no, ¡vaya lío!

Una vez hemos tomado la decisión de comenzar a quitar el pañal, no debemos volver a ponerlo de nuevo. Por eso es muy importante elegir el momento. Adelantarnos demasiado puede provocar sentimientos negativos debido a la incapacidad de control, generar frustración y desmotivación. Como cualquier otra habilidad que debe aprenderse, el niño necesitará tiempo para dominarlo y para introducirlo en su día a día como algo natural. La mejor arma para el aprendizaje es nuestra paciencia, constancia, optimismo y la ilusión porque nuestro pequeño alcance logros a lo largo de su desarrollo.

Nuestra forma de ver y reaccionar antes sus éxitos y sus fracasos será esencial para la adquisición de ésta y otras destrezas de su vida.

Imagen: Spigoo

¡Vota si te ha gustado!