Seguramente la mayoría de vosotros hayáis escuchado hablar de Gabriela Mistral y sus poesías infantiles. Gabriela Mistral es el pseudónimo que utilizó Lucía de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, una de las grandes poetisas chilenas de todos los tiempos.

Como ya os hemos comentado en otras oportunidades, las poesías infantiles son una excelente manera de acercar a los niños a la literatura. Por eso hoy, os contamos un poco sobre la obra de Gabriela Mistral y os presentamos algunos de sus preciosos poemas para niños.

Antes de presentaros algunas de las poesías infantiles que más nos gustan de esta autora, queremos contaros un poquito sobre ella… Gabriela Mistral nació a fines del siglo XIX (en 1889) en la ciudad de Vicuña, Chile. Trabajó como maestra, aunque nunca estudió para ello sino que convalidó sus conocimientos para obtener el título de Profesora de Estado.

Entre sus obras se pueden citar Desolación, Lectura para mujeres y un libro escolar con poesías infantiles llamado Ternura, entre muchas otras. Sus poemas, que expresaban emociones e ideales latinoamericanos de la época, le valieron el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en la primera persona latinoamericana en obtener esa distinción.

La obra de Gabriela Mistral tuvo una gran influencia en poetas latinoamericanos como Pablo Neruda y Octavio Paz. Aquí os presentamos algunas de nuestras poesías infantiles preferidas…

Promesa a las estrellas

Poesías Infantiles: Gabriela Mistral

Ojitos de las estrellas
abiertos en un oscuro
terciopelo: de lo alto,
¿me veis puro?

Ojitos de las estrellas,
prendidos en el sereno
cielo, decid: desde arriba,
¿me veis bueno?

Ojitos de las estrellas,
de pestañitas inquietas,
¿por qué sois azules, rojos
y violetas?

Ojitos de la pupila
curiosa y trasnochadora,
¿por qué os borra con sus rosas
la aurora?

Ojitos, salpicaduras
de lágrimas o rocío,
cuando tembláis allá arriba,
¿es de frío?

Ojitos de las estrellas,
fijo en una y otra os juro
que me habéis de mirar siempre,
siempre puro.

El ángel guardián

Poesías Infantiles: Gabriela Mistral

Es verdad, no es un cuento;
hay un Ángel Guardián
que te toma y te lleva como el viento
y con los niños va por donde van.

Tiene cabellos suaves
que van en la venteada,
ojos dulces y graves
que te sosiegan con una mirada
y matan miedos dando claridad.
(No es un cuento, es verdad.)

Él tiene cuerpo, manos y pies de alas
y las seis alas vuelan o resbalan,
las seis te llevan de su aire batido
y lo mismo te llevan de dormido.

Hace más dulce la pulpa madura
que entre tus labios golosos estrujas;
rompe a la nuez su taimada envoltura
y es quien te libra de gnomos y brujas.

Es quien te ayuda a que cortes las rosas,
que están sentadas en trampas de espinas,
el que te pasa las aguas mañosas
y el que te sube las cuestas más pinas.

Y aunque camine contigo apareado,
como la guinda y la guinda bermeja,
cuando su seña te pone el pecado
recoge tu alma y el cuerpo te deja.

Es verdad, no es un cuento:
hay un Ángel Guardián
que te toma y te lleva como el viento
y con los niños va por donde van

Mientras baja la nieve

Poesías Infantiles: Gabriela Mistral

Ha bajado la nieve, divina criatura,
el valle a conocer.
Ha bajado la nieve, mejor que las estrellas.
¡Mirémosla caer!

Viene calla-callando, cae y cae a las puertas
y llama sin llamar.
Así llega la Virgen, y así llegan los sueños.
¡Mirémosla llegar!

Ella deshace el nido grande que está en los cielos
y ella lo hace volar.
Plumas caen al valle, plumas a la llanada,
plumas al olivar.

Tal vez rompió, cayendo y cayendo, el mensaje
de Dios Nuestro Señor.
Tal vez era su manto, tal vez era su imagen,
tal vez no más su amor.

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