Hoy traemos un cuento popular que seguro que conocéis todos: Rapunzel. Sin embargo esta es una versión muy especial donde el final no es exactamente como nos contaron…
Con la llegada de la película de Disney «Enredados», la historia ha cambiado un poco… pero el cuento de Rapunzel original es de los hermanos Grimm, y en él Rapunzel no es una princesa, y como siempre hay un príncipe que se enamora de ella y quiere rescartarla…
Nuestra versión no es igual a ninguna de las dos: se trata de un cuento «revisado» porque aunque nos gustan mucho los clásicos, creemos que es importante adaptarlos a los nuevos tiempos. Así que aquí os dejamos a esta Rapunzel decidida y valiente, que descubrirá la importancia de cruzarse en la vida con un buen amigo… y si queréis conocer una versión divertida del cuento de Rapunzel original, os dejamos un cuento animado en vídeo que os va a gustar… ¡que la disfrutéis!
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Rapunzel, un cuento moderno
Érase que se era una pareja de enamorados que lo que más deseaba en el mundo era tener un bebé. Un día, por fin, su deseo se cumplió. ¡Estaba embarazada!
Mientras la madre esperaba a que llegara su bebé, miraba por la ventana y suspiraba. Al otro lado de su ventana se veía un hermoso huerto lleno de flores y de frutos sabrosos.
– ¡Cómo me gustaría poder comer alguna de las ricas manzanas de ese huerto! – suspiraba constantemente la madre.
Unas manzanas peligrosas
Pero aquel huerto pertenecía a una hechicera con muy mal carácter y nadie se había atrevido jamás a traspasar los muros de aquel lugar. Pero tal era el deseo de la mujer que comenzó a enfermar. El hombre, preocupado por su estado, decidió cumplir el deseo de su mujer.
Lo hizo de noche y la bruja no se dio cuenta. La mujer comenzó a mejorar al comer aquellas manzanas, pero necesitaba más y más y más. Así que el hombre volvió una vez y otra y otra hasta que una noche la hechicera le descubrió.
– Así que tú eres el tipo que ha estado robando mis manzanas…
El hombre le explicó que las manzanas eran para su mujer y que sin ellas moriría ella y el bebé que esperaba. Al escuchar aquello, la bruja tuvo una idea. Permitiría al hombre quedarse con las manzanas si a cambio le entregaba a su hija cuando esta naciera. El hombre no tuvo otro remedio que aceptar.
Rapunzel y la malvada hechicera
Cuando la niña llegó, la bruja acudió a casa de la pareja y se la llevó. Fueron pasando los años y la niña, a la que llamó Rapunzel, fue creciendo y convirtiéndose en una joven bellísima. Tan bella era, que la bruja, celosa de su belleza, decidió encerrarla en una torre en medio del bosque. Una torre sin escaleras, ni puertas. Tan solo tenía una ventana en lo alto desde la que Rapunzel se asomaba cada vez que la bruja la llamaba:
– Rapunzel, Rapunzel, lanza tu trenza para que pueda subir.
La joven soltaba su larga y abundante trenza rubia y la bruja trepaba por ahí.
Y un día llegó un joven apuesto…
Un día, un joven apuesto que cabalgaba por el bosque pasó por la torre y escuchó una voz que cantaba. Era la voz más dulce que había oído jamás. Atraído por aquella melodía se acercó al lugar del que procedía aquel sonido. Se trataba de la torre en la que vivía Rapunzel.
– Pero, ¿cómo entrar en esa torre si no tiene puertas ni escaleras? – se preguntó sorprendido el joven.
En aquel momento llegó la bruja y el chico se escondió.
– Rapunzel, Rapunzel, lanza tu trenza
Rapunzel dejó caer su larga trenza y la bruja, como hacía siempre, trepó hasta la ventana. Fue así como el joven descubrió cómo subir a la torre. Imitando a la bruja, gritó, cuando estuvo seguro de que andaba ya muy lejos:
– ¡Rapunzel!, ¡Rapunzel!, ¡lanza tu trenza!
Rapunzel, como siempre, lo hizo, pero al ver aparecer un apuesto joven, en vez de a la bruja cascarrabias, se asustó. Menos mal que el chico era dulce y amable. Le contó que su voz le había cautivado y que quería sacarla de ahí para hacerla su esposa. Rapunzel tuvo dudas al principio. Habían estado juntos un par de horas y habían hablado, se habían reído mucho y lo habían pasado bien. Pero aunque quería salir de aquel lugar y aquel muchacho era muy agradable, no veía por qué tenía que casarse con él.
– Me encantaría que me sacaras de aquí. Pero no sé si quiero casarme contigo. ¿No podemos simplemente ser amigos?
El joven se quedó un momento pensativo. Aquella joven era bellísima y muy agradable. Aunque no quisiera ser su esposa no podía dejarla ahí encerrada. Así que aceptó ser solo amigos y le prometió que al día siguiente vendría a buscarla con una escalera para sacarla de ahí. Rapunzel se puso tan contenta que comenzó a cantar otra vez.
– Muchas gracias. Tú sí que eres un verdadero amigo.
El malvado plan de la bruja y un final feliz
Sin embargo, para desgracia de los dos, la bruja había olvidado su sombrero en lo alto de la torre y había vuelto para recogerlo. Al encontrarse al joven bajando por la trenza de Rapunzel comprendió de inmediato el engaño.
– ¡No volveréis a veros! – gritó enfurecida y hechizó al chico, dejándole ciego.
La bruja, además, sacó a Rapunzel de aquella torre, le cortó su larga trenza y la abandonó en un lugar muy muy lejano del bosque donde no vivía nadie y donde nadie podría encontrarla jamás.
El joven, al quedar ciego no fue capaz de salir del bosque, estuvo durante mucho tiempo vagando entre los árboles. Un día, por casualidad, el muchacho llegó al lugar donde vivía Rapunzel. No podía verla, pero escuchaba claramente su bella voz, así que se acercó, convencido de que por fin la había encontrado. Cuando Rapunzel vio al joven se puso muy contenta.
– ¡Has cumplido tu promesa! Realmente eres un buen amigo.
Pero en seguida se dio cuenta de que el joven estaba ciego. Por su culpa aquel muchacho se había cruzado con la bruja y ésta le había condenado a no ver nunca más. Rapunzel se puso muy triste y abrazó al joven con cariño.
– Lo siento, lo siento mucho, amigo – le dijo con lágrimas en los ojos.
Por suerte, aquellas lágrimas cayeron sobre los ojos del muchacho y al momento la luz y los colores volvieron a él. ¡Podía ver!
Juntos atravesaron el bosque y regresaron a la ciudad de la que venía el joven. No llegaron a casarse nunca, pero fueron amigos, muy buenos amigos, para siempre.
El cuento de Rapunzel en vídeo
La versión del cuento infantil Rapunzel de este vídeo animado es más fiel a la original de los hermanos Grimm. Sin embargo tiene unos toques modernos de lo más divertidos, comprobadlo vosotros mismos:
Cómo es el cuento de Rapunzel de los hermanos Grimm
En la versión original, la historia transcurre igual a la nuestra (salvo algunos detalles mínimos), hasta que aparece el joven en el bosque. En el cuento clásico el joven es un príncipe. El príncipe le propone matrimonio a Rapunzel, y ella acepta. La bruja los descubre, corta la trenza de Rapunzel y la abandona en un pantano. Cuando el príncipe vuelve a visitarla, la bruja lo engaña, y él termina cayendo sobre unas espinas, quedando ciego.
Luego de merodear por el bosque se encuentra finalmente con Rapunzel, que llorando de dolor al verlo ciego, mágicamente lo sana con sus lágrimas. Entonces, finalmente Rapunzel y el príncipe se casan, y son felices para siempre.
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La moraleja de Rapunzel
Todos los cuentos infantiles tienen una moraleja, una enseñanza final más o menos evidente. En nuestro cuento de Rapunzel, aprendemos que el amor puede tener muchas formas: la amistad es una forma de amor tan potente, que puede superar a los malos sentimientos como la envidia y la sed de venganza. Si tenemos un buen amigo, ¡siempre podremos superar las adversidades juntos!
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Ilustración central Freepik
QUE BONITOOOOOOOOOOOO!!!!!
me gusto pero pueden inventar mas cuentos …. ya me kedan cortos
me gusto mucho, me encanto
Esta muy lindo me encanta el pelo de rapunzel