¿Sabes cuántas frases hechas pronuncias por día?  Pues muchas, te vas a sorprender. Y es que las frases hechas son una parte vital del lenguaje, nos ayudan a comunicar mejor una idea, y aunque a veces le damos un significado negativo («no me vengas con frases hechas«), lo cierto es que no podríamos prescindir de ellas.

«Has metido la pata, esta es la gota que colmó el vaso. Estás siempre en la luna de Valencia y por tu culpa nos hemos metido en un berenjenal»… Imagina que una persona que no habla español se ponga a traducir esta frase con un traductor online… ¡No entendería nada! ¿Te das cuenta ahora de lo que hablamos? Vamos a explicarnos mejor:

Qué son las frases hechas

Una frase hecha es una expresión que tiene forma fija, sentido figurado, y es de uso común para la mayor parte de las personas que pertenecen a una comunidad lingüística.

Buena parte de ellas son locuciones verbales o adverbiales que se insertan tal cual en la mitad de una frase (tocar madera), aunque algunas se acercan más al refrán, porque son un enunciado completo (No hay que dormirse en los laureles).

Una frase hecha tiene una forma fija, no se pueden sustituir palabras por otras, aunque sean sinónimos: no podemos decir «coger el cabello» en lugar de «tomar el pelo», porque nadie nos entendería.

Diferencia entre frase hecha y refrán

Tal vez te estés preguntando cuál es la diferencia entre refrán y frase hecha; el refrán contiene una moraleja, es una frase que expresa una sentencia y se utiliza para ejemplificar o reforzar una afirmación. ¿Quieres ver ejemplos? Aquí tienes los 100 refranes populares más conocidos.

Ejemplos de frases hechas

Las frases hechas que usamos en español son muchísimas; hemos escogido 20, y te las vamos a explicar:

Tener salero

Quien tiene «salero» no es soso: tiene gracia en su modo de actuar o hablar.

Contigo pan y cebolla

Significa algo así como «si estoy contigo no me importa nada más». No me importa ser pobre y tener que comer solo pan y cebolla, porque estoy contigo.

Dar gato por liebre

Cuando te dan gato por liebre, te han engañado: te han dado una cosa de menor valor haciéndote creer que era algo mejor.

Costar un ojo de la cara

Cuando algo es tan costoso, que para pagarlo deberías dar algo tan precioso e irremplazable como tu propio ojo.

A las primeras de cambio

Equivale a «a la primera oportunidad que se presente».

Como quien no quiere la cosa

Disimuladamente, tratando de no despertar sospechas, haciendo como que aquello no te interesa.

Irse a las manos

Cuando una discusión pasa del plano verbal al físico, es decir cuando hay una pelea, se «pasa a las manos».

Tener la sartén por el mango

Quien tiene la sartén por el mango no se quema, tiene el control de la situación.

Tener algo en la punta de la lengua

Cuando se te olvida una palabra, la tienes «en la punta de la lengua» pero no logras decirla, osea hacerla salir de la lengua por la boca.

Dorar la píldora

Dulcificar, disimular un daño o perjuicio. «Dorar» la píldora sería como disfrazarla, para que disimular su sabor y hacérsela tragar a alguien.

Echar más leña al fuego

Aumentar o agigantar un problema o situación conflictiva, creando polémica. Echando más leña al fuego, lo alimentamos, lo hacemos crecer.

No tener pelos en la lengua

Animarse a decir cualquier cosa, de forma clara y directa, sin importar lo que piensen los demás.

En menos que canta un gallo

Rápidamente, inmediatamente. Puede que se origine en el pasaje bíblico que habla de la negación de San Pedro: «me negarás tres veces antes de que cante el gallo».

Estar en las nubes

Estar distraído, con la cabeza en otra cosa.

Mirarse el ombligo

Ser egocéntrico, ponerse uno mismo al centro de todo.

Matar el gusanillo

Comer algo cuando tienes hambre.

No está el horno para bollos

Se usa cuando una persona o situación ya no puede soportar más tensión o problemas. Si el horno está demasiado caliente y metes los bollos, estos se bajarán y se estropearán.

Pagar los platos rotos

Llevarse las culpas que a uno no le pertenecen, o por lo menos no del todo.

Sacar los trapos sucios

Poner en evidencia delante de todo el mundo cuestiones conflictivas que pertenecen al ámbito privado. También se dice «sacar los trapos al sol»

Pasar la noche en blanco

No dormir durante toda la noche., porque algo te preocupa. Equivale a «pasar la noche en vela».

Seguro que ahora mismo se te están ocurriendo otro montón de frases hechas ¿verdad? ¡Anímate y déjalas escritas en los comentarios!

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