A ver, seamos sinceros: la ensalada de pollo es ese comodín que todos hemos preparado alguna vez cuando no sabíamos muy bien qué hacer de comer, ¿verdad? Pero claro, si la haces siempre igual, con el típico pollo cocido y lechuga sin gracia… pues acaba cansando. Yo la primera. Por eso me puse a probar combinaciones distintas, con cosas que tenía por casa, y oye, ¡menuda diferencia!
Muchas veces tengo sobras de pollo y me da pena tirarlas. Así que una buena ensalada es la excusa perfecta para aprovecharlas y de paso comer algo fresco, que no tenga mil pasos ni ingredientes raros. Y si además te sale algo vistoso para ponerlo en la mesa, pues mejor que mejor. Que no todo va a ser ensalada de pasta o la de siempre con tomate y atún, ¿no?
Aquí te dejo 8 recetas de ensalada de pollo que no son las típicas. Algunas llevan fruta, otras tienen un punto más oriental, otras son más completas… Pero todas tienen algo en común: se hacen fácil, saben bien y te sacan de la rutina. Así que ponte el delantal o abre la nevera, que seguro que alguna puedes hacer hoy mismo.
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Ensalada de pollo con piña y manzana

Mira, esta es de esas combinaciones que a primera vista te pueden sonar raras, pero cuando la pruebas dices: “¿Por qué no la he hecho antes?”. La mezcla del pollo cocido, con el punto crujiente de la manzana verde, el dulzor de la piña, y ese toque fresco del apio… es que lo tiene todo. Es una de esas recetas que preparo mucho cuando vienen amigos a comer a casa, porque queda súper vistosa si la sirves bien montada, y además se hace en nada.
Ingredientes:
1 pechuga grande de pollo cocido cortado en cubos; 1 manzana verde en trozos pequeños; 4 rodajas de piña natural o en su jugo, también en trozos; 1 rama de apio picado fino; 4 cucharadas de maíz dulce; 3 cucharadas de aderezo tipo Waldorf (puede ser mayonesa con zumo de limón y un toque de mostaza); un puñadito de virutas de jamón para servir por encima.
Lo bueno de esta ensalada es que no tiene ningún misterio. En un bol grande, mezclas el pollo ya cocido y cortado con la manzana, la piña, el apio y el maíz. Yo suelo echar primero el aderezo en el fondo del bol y luego voy añadiendo los ingredientes para que se mezclen mejor sin romperse. Dale unas vueltas con una cuchara de madera, sin aplastar nada, y pruébala para ajustar de sal si hace falta. A la hora de servir, le echo por encima las virutas de jamón, que le dan un toque salado y crujiente que queda de lujo. Si quieres que quede aún más fresquita, métela un rato en la nevera antes de servirla. Y ya está, así de fácil. Fresca, diferente, y con ese punto dulce-salado que a mí, personalmente, me encanta.
Ensalada César

¡Ay, la ensalada César! Si me preguntas, es mucho más que una simple ensalada; ¡es una obra de arte! No sé qué tiene, pero esa combinación de lechuga romana crujiente, la pechuga en su punto, esos picatostes tan bien tostaditos, el queso parmesano que se derrite en la boca y, por supuesto, ese aderezo cremoso e inconfundible… ¡es una fiesta para el paladar!
Ensalada con pollo y col

Esta es de las que no fallan si te gustan los sabores potentes pero frescos. Yo la descubrí casi por casualidad, un día que tenía un resto de pollo cocido, una manzana golden medio pocha en el frutero y un trozo de col rizada que me había sobrado de otra receta. Y oye, menuda combinación. Lo bueno de esta ensalada es que llena bastante, así que va genial como plato único en una cena ligera o para llevar al trabajo. Además, con ese toque del queso curado y los pepinillos, tiene un sabor muy resultón.
Ingredientes:
1 pechuga grande de pollo cocido en cubos; 3 hojas grandes de col rizada cortadas en tiras finas; 1 manzana golden en cubos; 100 g de queso curado en daditos (yo uso manchego o similar); 4 pepinillos en vinagre cortados en rodajas; 2 cucharadas de mayonesa, 1 cucharada de vinagre suave (puede ser de manzana), una pizca de sal, y un poco de cebollino fresco picado para decorar.
Para hacerla, lo primero es preparar el aliño. En un bol pequeño mezclas la mayonesa con el vinagre y una pizca de sal. Si te gusta más ligero, puedes añadirle una cucharadita de agua para que no quede tan espeso. Luego, en otro bol grande, mezclas el pollo con la col rizada, la manzana, el queso y los pepinillos. Echas el aliño por encima y remueves bien, sin machacar nada, para que todos los ingredientes se impregnen del sabor. A mí me gusta dejarla reposar cinco minutillos antes de servirla, y justo al final le echo el cebollino picado por encima. Tiene un punto ácido, crujiente y cremoso que engancha. Y si eres de los que les gusta el contraste de texturas, esta te va a flipar.
Ensalada de pollo y aguacate

Una ensalada de aguacate y pollo bien sencilla, pero que lo tiene todo: la fuerza de la proteína, la suavidad inigualable del aguacate, un frescor que les va a encantar y ese puntito salado del queso parmesano que la vuelve adictiva.
Ingredientes (para 4 personas): 2 pechugas de pollo asadas o a la plancha (unos 300-350 g en total); 2 aguacates; 60 g de virutas de queso parmesano; 150 g de lechuga rizada o mezcla de hojas verdes.
Si el pollo está frío, córtalo en tiras o dados y resérvalo. Si lo haces en el momento, márcalo en la sartén con un poco de sal, pimienta y aceite hasta que esté dorado. Corta el aguacate en gajos o cubos y lava bien la lechuga. Mezcla todo en una fuente grande, con el queso por encima
Para el aliño, mezcla 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada de vinagre de Módena, 1 cucharadita de miel, sal y pimienta al gusto. Si quieres darle un toque más cremoso, añade también una cucharadita de yogur natural sin azúcar. Riega la ensalada con esta mezcla justo antes de servir y remueve con suavidad. Queda cremosa, sabrosa y muy completa.
Ensalada de pollo con higos

A ver, esta no es la típica ensalada que te haces en 5 minutos un martes cualquiera, pero cuando tienes invitados o quieres darte un capricho sin liarte demasiado, va genial. La probé una vez en un restaurante y me quedé con la copla, así que la repliqué en casa con lo que tenía y, oye, el resultado fue brutal. El pollo asado en tiras le da ese sabor más sabroso que el cocido, los higos le meten un dulzor suave que queda de maravilla, y si encima le pones unos huevitos de codorniz cocidos y un poco de rúcula para darle frescor… pues apaga y vámonos. Ah, y el jamón serrano en lonchas crujiente por encima, eso es el toque final que hace que todos digan “guau”.
Ingredientes:
1 pechuga de pollo asado cortada en tiras finas; 4 higos frescos cortados en cuartos (si están muy maduros, mejor); 6 huevos de codorniz cocidos y partidos por la mitad; 2 puñados de rúcula fresca; 4 lonchas finas de jamón serrano; para el aliño, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada de vinagre balsámico, 1 cucharadita de miel y una pizca de sal.
Lo primero es preparar el aliño: mezcla el aceite, el vinagre, la miel y la sal en un tarrito o bol pequeño, y agítalo o remuévelo bien hasta que emulsione un poco. Luego, en una sartén sin aceite, tuesta las lonchas de jamón hasta que estén crujientes, como si fueran chips (también puedes hacerlo al horno si te da pereza manchar). En un plato o fuente grande, montas la base con la rúcula, colocas encima el pollo, los higos y los huevos de codorniz, y lo riegas todo con el aliño. Al final, troceas el jamón crujiente por encima como si fueran virutas. La mezcla de sabores es una pasada: dulce, salado, ácido, todo equilibrado. Y encima queda tan bonita que parece que te has currado un platazo… aunque en realidad no tardas nada.
Ensalada de pollo y queso

Esta ensalada la hago mucho en casa cuando quiero algo que llene pero sin tener que encender el fuego. Lo típico de un día caluroso o cuando no tienes tiempo para liarte con la cocina. La clave está en usar un queso emmental rallado grueso, que se nota en cada bocado, y acompañarlo con pollo cocido en trozos grandes, que da sensación de que estás comiendo algo “serio”, no solo hojitas verdes. Le añades unos guisantes (pueden ser congelados, cocidos en un momento) y un poco de perejil fresco que siempre da vidilla. Y para el aliño, te cuento lo que suelo hacer yo, que es sencillo pero con un toque que cambia todo.
Ingredientes:
2 pechugas de pollo cocido en trozos grandes (como para que se noten); 100 g de queso emmental rallado grueso; 1 taza de guisantes cocidos; unas ramitas de perejil fresco picado; para el aliño: 3 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharadita de mostaza de Dijon, 1 cucharadita de vinagre suave (puede ser de manzana) y una pizca de sal.
Primero, en un bol pequeño, mezcla bien el aceite con la mostaza, el vinagre y la sal. Si te gusta con un toque más ácido, ponle un pelín más de vinagre. Luego, en un bol grande, echas el pollo troceado, los guisantes ya cocidos y fríos, el queso rallado y el perejil. Mezclas con cuidado para que el queso no se apelmace y, por último, añades el aliño y remueves bien. También puedes servirla con mayonesa si eres fan. Es de esas ensaladas que aguantan bien en la nevera un par de horas sin perder gracia, así que puedes dejarla lista con antelación. Y si te animas a ponerle unas nueces picadas por encima, queda espectacular, aunque eso ya es extra.
Ensalada de pollo con bacon

A ver, esta ensalada es un poco más de capricho, no vamos a engañarnos. Pero te digo una cosa: si usas ingredientes frescos y haces bien el pollo a la plancha, es de esas que repites sin cansarte. A mis hijos les encanta, sobre todo por el bacon crujientito y las virutas de parmesano que le pongo por encima. Yo suelo preparar el pollo con un poquito de pimentón, que le da un sabor buenísimo, y luego monto todo con un buen mix de lechugas y unos tomatitos cherry que le dan el punto fresco.
Ingredientes:
2 filetes de pechuga de pollo a la plancha sazonados con pimentón; 4 tiras de bacon salteado hasta que estén crujientes; 2 puñados de mezcla de lechugas (rúcula, canónigos, hoja de roble… lo que tengas); 6-8 tomates cherry cortados por la mitad; un buen puñado de virutas de queso parmesano; para la vinagreta: 3 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharada de vinagre balsámico, una pizca de sal y una cucharadita de miel o mostaza.
Primero, prepara el pollo: hazlo a la plancha con un poco de aceite y espolvorea pimentón dulce o picante (como te guste más) mientras se cocina. Cuando esté dorado, lo sacas. Luego, en una sartén sin aceite, fríe el bacon hasta que esté bien crujiente, lo sacas sobre papel de cocina para que suelte la grasa y lo troceas. Para montar la ensalada, pon las lechugas en una fuente, añade los tomates cherry, los filetes de pollo, el bacon y por encima las virutas de parmesano. La vinagreta la haces mezclando bien el aceite con el vinagre, la sal y la miel o la mostaza, y la echas justo antes de servir. El resultado es una ensalada con muchísimo sabor, que llena y que, sinceramente, siempre triunfa.
Ensalada de pollo con albaricoques

Esta la empecé a hacer un verano que me regalaron una caja entera de albaricoques y no sabía qué hacer con tantos. Ya había hecho mermelada, los había metido en bizcochos… y al final me dio por probarlos en ensalada. El resultado fue una pasada. Combinan genial con el pollo asado (que puedes usar del que te haya sobrado del día anterior) y la rúcula, que le mete ese punto ligeramente amargo que equilibra todo. El pepino le aporta frescura, y con el aliño que te cuento más abajo, te queda una ensalada fresquita, original y sin complicaciones.
Ingredientes:
1 pechuga de pollo asado en trozos; 3-4 albaricoques frescos cortados en gajos; medio pepino pelado y cortado en medias lunas finas; 1 puñado de rúcula; para el aliño: 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharada de zumo de limón, 1 cucharadita de mostaza suave, sal y un poquito de pimienta negra recién molida.
En un bol pequeño, mezcla el aceite con el zumo de limón, la mostaza, la sal y la pimienta hasta que todo se integre bien. Luego, en un bol más grande o directamente en una fuente, colocas la rúcula como base, distribuyes por encima el pollo, los albaricoques y el pepino. Riega todo con el aliño y remueve suavemente para que se mezclen los sabores. Si la dejas reposar unos minutos antes de servir, aún mejor, porque el aliño se mete un poco en la fruta y el pollo y gana muchísimo sabor. Es una ensalada muy ligera, perfecta para una comida rápida o una cena que no te deje pesada. Y si te gusta el contraste de dulce-salado, te va a encantar.
Ensalada de pollo y piña

Esta es la típica ensalada que se hace en un plis y que siempre triunfa porque combina la suavidad del pollo cocido desmechado con el dulzor fresco de la piña. A mí me gusta usar piña natural cuando puedo, pero si tienes piña en conserva, tampoco pasa nada, solo que vigila que no esté muy empalagosa. El aderezo con mayonesa le da ese toque cremoso que hace que todos los ingredientes se mezclen y queden bien jugosos, sin ser una bomba.
Ingredientes:
2 pechugas de pollo cocido desmechado; 1 taza de piña fresca o en conserva, cortada en trozos; 3 cucharadas de mayonesa; sal y pimienta al gusto.
Para prepararla, simplemente mezcla el pollo desmechado con la piña en un bol grande. Luego añade la mayonesa y remueve bien para que todo quede bien impregnado. Prueba y ajusta con un poco de sal y pimienta si hace falta. No te pases con la mayonesa, que no queremos que quede pesada, solo que ayude a ligar los sabores. Si quieres darle un toque más refrescante, puedes añadir un poco de cebollino picado o incluso unas hojas de perejil. La verdad es que es de esas recetas que quedan bien tanto para un picoteo rápido como para una comida completa.
Ensalada de pollo china (Bang Bang Chicken)

Mira, la verdad es que la receta original del bang bang chicken lleva un montón de pasos y salsas, pero yo la he simplificado para que puedas prepararla en casa sin volverte loca y, aún así, que quede auténtica y deliciosa. La base es pollo cocido desmechado, que queda muy jugoso, combinado con verduras frescas como el pepino y la zanahoria cortados con espiralizador, que le da un rollo muy moderno y crujiente. Luego le añades los edamames (que son esos guisantes verdes que están tan de moda), un toque de semillas de sésamo para dar textura, y si te gusta el picante, un poco de guindilla o chile.
Ingredientes:
2 pechugas de pollo cocido desmechado; 1 pepino mediano cortado en tiras finas con espiralizador; 2 zanahorias medianas también en espiral o ralladas; 1 taza de edamames cocidos (pueden ser congelados); 1 cucharada de semillas de sésamo; guindilla o chile fresco picado al gusto (opcional); para la salsa: 3 cucharadas de mayonesa, 1 cucharada de salsa de soja, 1 cucharadita de miel, 1 cucharadita de vinagre de arroz o de manzana, y un chorrito de aceite de sésamo si tienes.
Para preparar la salsa, solo tienes que mezclar todos los ingredientes en un bol pequeño hasta que quede homogénea. Luego, en un bol grande, mezcla el pollo desmechado con el pepino, la zanahoria y los edamames. Añade la salsa y remueve bien para que todo se impregne. Espolvorea las semillas de sésamo por encima y, si te gusta el picante, añade la guindilla picada. Queda una ensalada fresca, con texturas muy chulas y ese sabor asiático que no puede faltar en el bang bang chicken. Ideal para cuando quieres algo diferente pero sin complicarte la vida.
Y ya está, mira, estas ensaladas de pollo que te he dejado son para todos los gustos y ocasiones, desde las más frescas y ligeras hasta las más sabrosas y contundentes. Lo bueno es que casi todas son fáciles de preparar y puedes adaptarlas con lo que tengas en casa, que al final eso es lo que mola. Ya sabes, un poco de pollo, algo de fruta o verdura, un buen aliño y listo, tienes un plato que no solo alimenta sino que también alegra la mesa.
No sé si a ti te pasa, pero a mí me gusta tener siempre a mano recetas así, que no me compliquen y que puedan convertirse en el plato estrella sin que me queden horas en la cocina. Y, oye, si pruebas alguna de estas ensaladas, ya me contarás qué tal te ha salido la mezcla o si le has puesto algún toque personal, que lo típico es que acabemos haciendo nuestras propias versiones, ¿verdad?
Bueno, espero que te hayan gustado estas ideas y que te animen a variar un poco con la ensalada de pollo. ¡Nos leemos pronto y a disfrutar de la cocina sin líos!
Si te gustan las ensaladas refrescantes y con un toque tradicional, no puedes dejar de probar la ensalada alemana de patata, que mezcla patatas cocidas, salchichas y un aliño suave, perfecta para acompañar barbacoas o comidas al aire libre. La ensalada de quinoa es ideal si buscas algo ligero y nutritivo, con ese toque exótico que aporta la quinoa, combinada con verduras frescas. Para los fans de sabores mediterráneos, el tabulé es un imprescindible: trigo bulgur, perejil, tomate y menta se unen en una receta fresca y llena de aromas. Si prefieres algo con más proteína vegetal, la ensalada de lentejas te ofrece una opción saciante y saludable. Y claro, la clásica ensalada caprese nunca falla, con tomate, mozzarella fresca y albahaca, simple pero irresistible, perfecta para cualquier momento del verano.