En la mayoría de los hogares la cena es el momento del día donde todos los integrantes de la familia pueden coincidir y compartir un rato juntos. Sin embargo es una costumbre que se está perdiendo, por eso hoy te proponemos recuperar la cena en familia ¿Nos sentamos a la mesa?
Las cenas familiares entre semana son (o deberían ser) el momento ideal para compartir con los demás cómo ha sido nuestro día, hablar, reírnos, dejar atrás las preocupaciones y conectar realmente con las personas que más queremos: nuestra familia.
Pero lamentablemente el valor de las cenas en familia se está perdiendo, cada vez con más frecuencia, el ritmo de vida frenético que llevamos hace que lleguemos a ese momento del día cansados y aún con cosas por hacer, y convertimos la cena en un mero trámite de 5 minutos. Hay muchos motivos por los cuales las cenas familiares se están perdiendo. Una de las principales barreras a la hora de conciliar los horarios familiares son los deberes escolares.
Los niños españoles le dedican una media de 6,5 horas a la semana a hacer deberes en casa contra las 4,9 de media en la OCDE, y sin embargo obtienen peores resultados escolares.
Hay un mayor porcentaje de niños que se sienten presionados por la carga de los deberes en casa. Esto genera estrés y fracaso escolar, y perjudica la salud de nuestros niños. En contraposición a estos datos, países con menos carga horaria de tareas en casa, como por ejemplo Finlandia o Corea del Sur son los que mejores resultados académicos obtienen.
(Fuente: El Mundo)
Cena en familia: educando en valores
Desde IKEA y Pequeocio os animamos a recuperar la costumbre de las cenas en familia, momentos en que día a día y sin darnos cuenta les vamos transmitiendo a nuestros hijos nuestros valores, les educamos y enseñamos a ser buenas personas, los vemos crecer y construimos juntos los cimientos de las personas que serán en el futuro.
Cena en familia ¡Celebremos la rutina!
Los fines de semana generalmente los dedicamos al ocio en familia, cocinamos con esmero e invitamos a familiares y amigos a la mesa, pero ¿qué pasa con el resto de la semana? El día a día suele caer en el olvido en lo que a estas cuestiones se refiere. Pero no tiene porqué seguir así: basta de días aburridos e iguales unos de otros, basta de días grises, basta de inercia.
Estamos decididos a cambiar esto ¿Porqué no puede un lunes ser un día especial? ¿Acaso no puede un jueves ser memorable con una cena en familia?
IKEA nos propone recuperar el placer de sentarnos en familia a compartir una cena, queda prohibido el engullir un bocadillo en un par de minutos para poder irnos a hacer otra cosa. No vale poner excusas, a partir de ahora vamos a transformar nuestra rutina y ¡a brindar por ella!
Para lograrlo IKEA nos da unas cuantas recomendaciones que harán esta tarea mucho más simple de lo que parece:
Cena en familia: menú semanal
Puede ser muy democrático y divertido montar una asamblea familiar para decidir y organizar entre todos el menú semanal. Los peques estarán participando activamente del día a día doméstico y podremos evitar las aburridas repeticiones de platos de antes, manteniendo una dieta equilibrada y saludable.
También a la hora de hacer la compra notaremos la diferencia: comprando los productos que necesitamos para nuestra lista nos estaremos evitando gastos superfluos de productos que no necesitamos.
Cena en familia: organiza tus ingredientes
La falta de tiempo tampoco debería ser una excusa.Tener los ingredientes ya preparados en tupper o incluso parte de la cena hecha nos puede venir muy bien para ahorrar tiempo. No te pierdas estás fantásticas ideas con tupper que nos da IKEA.
Cena en familia: ¡a poner la mesa!
Antes hablamos de involucrar a los peques en la planificación del menú de la semana y también nos pueden acompañar y ayudar en la compra, pero la cosa no termina aquí ¿Porqué no implicarlos también en la tarea de poner la mesa? Si los niños son muy pequeños pueden colaborar con cosas sencillas como llevar el pan, las servilletas o elementos de plástico. A medida que crezcan irán asumiendo nuevas responsabilidades. Esta es una buena manera de enseñarles valores como la responsabilidad y la actitud colaborativa.
Cena en familia: Cocina con los niños
Desde Pequeocio somos entusiastas de preparar recetas para niños haciendo que ellos participen. La cocina también es un lugar divertido para que los peques se lo pasen en grande.
Incluir frutas y verduras crudas nos ayudaran a ganar tiempo, porque es muy fácil de preparar, con el plus de fomentar en nuestra familiar el hábito de la comida sana.
Otra buena idea es aprovechar el espacio al aire libre que tengamos en casa, sea del tamaño que sea (jardín, balcón o terraza pequeña) para montar un huerto urbano. Así además de tener nuestras propias hierbas aromáticas o un poco de verdura fresca para nuestras recetas, estaremos fomentando en los peques el amor por la naturaleza y la responsabilidad involucrándolos en los cuidados que requiere el huerto.
Cena en familia: ¡Disfruta!
Aprovecha este tiempo juntos compartiendo un mismo espacio para comunicaros, puedes contar anécdotas pasadas, hablar sobre tus sueños o planes para el futuro. También hablar sobre como nos ha ido el día, que ha hecho cada integrante de la familia.
Los móviles no están invitados a la mesa. Para generar y preservar este ámbito para la comunicación familiar es muy importante dejar los aparatos tecnológicos a un lado. Móviles fuera y televisor apagado.
La sobremesa puede ser un buen momento para destinarlo a algo divertido, una ronda de chistes, jugar al veo veo, cosas que nos ayudarán a crear un buen ambiente e irnos a la cama con una sonrisa.
Para terminar, otra buena actividad puede ser recoger la mesa todos juntos. Una vez más esta actividad fomentará la responsabilidad de los peques. Puede ser divertido repartir las tareas asignando a cada uno una tarea diferente y ver quien acaba la suya primero. El ganador podrá elegir su tarea para la próxima cena.
El valor de las cenas familiares es innegable, y teniendo en cuenta todos estos consejos seguro conseguiremos pasar momentos memorables en familia, además de educar a los más pequeños de la casa en valores y responsabilidad ¿Qué más se puede pedir?