La vida en pareja puede resultar por momentos muy complicada. Con la llegada del primer hijo la relación ha de reajustarse para “hacer sitio a un tercero” y los nuevos padres se enfrentan a construir un modelo propio de maternidad y paternidad. La asunción de los nuevos roles ha de permitir la felicidad de los hijos, como de la pareja de padres.

Cuando las cosas no funcionan muchas parejas se plantean, ¿permanecemos en conflicto o nos separamos? O bien, por el “bien de los hijos”, se plantean permanecer juntos. La realidad es que cada pareja, familia, es diferente y muchas veces con ayuda de terapia de pareja pueden mejorarse las relaciones, acordarse los desencuentros o aceptar la parte frustrante del otro.

Para los que deciden una separación definitiva o divorcio varios estudios nos confirman que para los niños lo que verdaderamente es difícil de sobrellevar es el conflicto de los padres (pre y post divorcio), y no tanto la separación en sí. Lo importante sería CÓMO separarse y no tanto la separación en sí.

Después de poder conocer a muchas familias en esta situación, nos gustaría dar voz a los niños en todo el proceso de separación o divorcio, ¿qué creéis que nos pedirían?

  1. Cuando toméis la decisión decídmelo los dos juntos y no me expliquéis las razones de fondo de la ruptura (me costará entenderlo). Me gustaría poder conservar una imagen positiva de papá y de mamá.
  2. Decidme que no tengo que ver en lo que ha ocurrido, ya que yo puedo pensar que tengo la culpa de lo que ha pasado.
  3. Explicadme con quién voy a vivir y cómo va a afectar a mi vida. Si soy pequeñito o bebé recordad que yo prefiero dormir cerca de mamá y que es muy importante respetar mis rutinas y costumbres, me darán seguridad.
  4. No me mintáis sobre la situación diciendo que es pasajera o que igual tiene solución. Hará que fantasee con la idea y no me ayudará a ser consciente.
  5. Preguntadme cómo estoy, dejadme que me exprese y respetad mi reacción.
  6. Y queredme y decídmelo… Aunque lo sepa me gusta escucharlo.

Ser padre/madre implica una gran responsabilidad y se trata de un vínculo para toda la vida. Aprovechad cada momento y cada espacio con los hijos, ya que lo que no vives hoy te lo pierdes.

Y buscad la manera de dejar a un lado los propios conflictos para llegar a acuerdos, será bueno para ti y bueno para tus hijos. Recuerda que te divorcias como esposo, pero te casas como padre.

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