¿Tu hijo repite una parte de una palabra al hablar? ¿Le cuesta comenzar las frases? Quizá sufra disfemia o tartamudez pero… ¿qué es la disfemia y cómo podemos ayudar a los peques?

Hoy en Escuela de Padres te damos algunos consejos para ayudar al niño que tartamudea. Verás que con paciencia y un poco de esfuerzo, ¡tu peque superará esta pequeña dificultad al hablar!

Qué es la disfemia

La disfemia, también conocida como tartamudez, es un trastorno del habla en el cual las sílabas o palabras se repiten o duran un poco más de tiempo de lo normal.

Puede resultar difícil determinar si se trata realmente de tartamudez o de una afección llamada disfluencia (falta de fluidez) que es totalmente normal en el desarrollo infantil cuando los peques comienzan a adentrarse en el mundo del habla. Por este motivo muchas veces el diagnóstico de la tartamudez es provisional.

Si tu hijo tartamudea, no te preocupes. Consulta con un especialista y ten en cuenta que aproximadamente un 5% de los peques de entre 2 y 5 años desarrollan algo de tartamudeo durante un período de tiempo, desapareciendo con el correr de las semanas, meses o años.

Causas y tipos de tartamudez

El tartamudeo puede ser hereditario o consecuencia de lesiones cerebrales o un trauma emocional. Ahora bien, veamos juntos los tipos de disfemia:

  • Tartamudez leve: suele hacerse evidente cuando los niños comienzan a realizar frases de dos o más palabras donde los sonidos se repiten (por ejemplo: ¿pu-pu-puedo comer una galleta?) o donde los sonidos se alargan (por ejemplo: mmmmmmme siento mal). Otras señales de tartamudez leve son parpadear o cerrar los ojos, tensar la boca o mirar hacia un costado al hablar, es posible incluso que el peque se sienta frustrado al expresarse.
  • Tartamudez grave: los niños con tartamudez grave evidencian un gran esfuerzo físico y una lucha por esconder su tartamudez, es posible que incluso intenten evitar hablar. Por lo general el tartamudeo dura más de un segundo en el cual se alargan sonidos y se producen sucesivos bloqueos verbales. En estos casos también es habitual que el niño evidencie actitudes físicas durante el tartamudeo como cerrar los ojos, mirar hacia otro lado o tensar la cara. Otra señal es que estos peques suelen anteponer «mmm», «eh» o «bueno» a las palabras con las cuales se evidencia la disfemia.

Consejos para ayudar al niño que tartamudea

Por lo general la tartamudez o disfemia es un problema pasajero pero si tu hijo evidencia esta problemática, aquí te dejamos algunos consejos para que sepas cómo actuar y ayudarlo:

  1. No le des demasiada importancia a sus momentos de tartamudez: evita así que el niño se frustre y se sienta mal consigo mismo.
  2. Evita las etiquetas: no lo llames «tartamudo». La disfemia es un problema común que suele desaparecer por sí solo. Piensa que las etiquetas pueden afectar su autoestima.
  3. No lo interrumpas: escúchalo con paciencia y no lo interrumpas. Deje que se exprese y gane confianza en sí mismo. Algunas veces la tartamudez se relaciona con el miedo a hablar en público.
  4. Empatiza con tu hijo: la empatía es fundamental. Ponte en su lugar, no pongas en evidencia su problemática y ayúdalo a superarla.
  5. Ayúdalo a encontrar estrategias para disimular la tartamudez: puedes enseñarle a alargar las vocales en lugar de las consonantes, así en lugar de decir pa-pa-papá, dirá paaaapá, y contarle cuentos en diferentes velocidades para que escuche cómo se cambia de velocidad al hablar.
  6. Consulta con un profesional para que evalúe su caso y te enseñe técnicas para ayudar a tu hijo.
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