Volvemos con una de nuestras manualidades con materiales reciclados (ya a esta altura sabéis que nos encantan). Se trata de unos portalápices con tubos de cartón, para los que aprovecharemos  los tubos que vienen dentro los rollos de papel de horno, aluminio, etc. Ya en Pequeocio os hemos mostrado otras manualidades para aprovechar estos rollos, como estos prismáticos muy divertidos o estos coches de juguete caseros. ¡Hoy pondremos orden en el  escritorio con estos portalápices!

Son muy fáciles de hacer, solo requieren un poco de paciencia porque necesitan tiempo para secarse entre cada paso, pero veréis que con nuestro tutorial paso a paso esta manualidad con rollos de papel no tendrá ningún secreto para vosotros.

¿Los vemos juntos?

Para realizar estos portalápices usaremos los tubos de cartón que vienen dentro los rollos de papel de horno o aluminio, porque son los más rígidos.

Hemos hecho dos variantes, una para apoyar sobre el escritorio…
Portalápices Hecho Con Rollos De Papel

Y otro para colgar…

Portalápices Hecho Con Tubos De Cartón

Materiales necesarios

  • Tubos de cartón: deben ser bastante rígidos. Para cualquiera de los dos portalápices hacen falta 2 tubos
  • Aguaplast (enduído, la pasta blanca que se utiliza para tapar grietas y agujeros en la pared)
  • Cola vinilica
  • Pinturas acrílicas de los colores deseados
  • Tijeras, pinceles, trincheta (cútter), papel de lija
  • Para decorar: hilos, pasta modelable (en mi caso, vosotros, lo que tengáis en casa!)

Paso a paso para hacer portalápices con tubos de cartón

Paso A Paso Para Hacer Portalápices Con Tubos De Cartón

  1. Lo primero que haremos es cortar los trozos de tubo que necesitamos: para el celeste  7 trozos de entre 8 y 12 cm, todos de diferente altura. Para el rosa 7 trozos de 6 cm.
    Debemos pegarlos entre ellos con la cola, o con algun adhesivo de secado rápido, para poder seguir trabajando inmediatamente. Para hacer el portalápices celeste comenzaremos con el trozo más corto, e iremos pegando por detrás  los demás trozos, alternando las alturas, y dejando el más alto para el final. Obtendremos de este modo una forma que recuerda a los caños de los órganos de iglesia.
    Para el rosa es suficiente ir pegando los trozos de manera desigual, de manera que ningún borde coincida con el de otro trozo.
    Dejamos secar bien la cola antes de seguir.
  2. Cubrimos toda la superficie con aguaplast, con la ayuda de un pincel, no cargando demasiado de material para no tener que lijar demasiado después. Tenemos que prestar atención a rellenar bien los espacios entre tubo y tubo, para darle una mejor terminación. Extendemos muy bien el aguaplast en los bordes también, para darle más rigidez al portalápices y un acabado prolijo. Dejamos secar muy bien, tal vez hagan falta varias horas.
  3. Con una lija fina, lijamos  dejando la superficie lo más lisa que podamos. El cartón se rompe fácilmente en los bordes, por lo que hay que tener cuidado.
  4. Para que los bordes queden prolijos, sin partes levantadas, daremos una mano de cola vinilica por todo el borde, por fuera y por dentro, al menos hasta donde lleguéis con el pincel. Dejamos secar nuevamente
  5. Llegó la hora de pintar. Para el rosado, simplemente dimos una mano de color, teniendo cuidado de que cubra bien. En el celeste usamos un efecto ‟gastado”, y lo logramos dando una primera mano de color (celeste), y cuando esta primera mano está bien seca, aprovechamos que la superficie no había quedado muy lisa, acentuando la textura frotando con un pincel chato viejo con muy poca carga de pintura (color crema).
  6. Para terminar, y que queden más prolijos y bonitos, puedes decorarlos. En el portalápices celeste enroscamos varias veces alrededor de la base un hilo bonito, para formar una especie de zócalo que le sienta muy bien. Al portalápices rosa le hicimos un borde con bolitas de pasta moldeable, simulando una especie de bordado.

Esperamos que os haya gustado esta idea y que la pongáis en práctica, ¡hasta la próxima!

¡Vota si te ha gustado!