Arroz tres delicias. Seguro que ya lo has comido más de una vez, ¿no? Es ese plato típico de los restaurantes chinos de aquí, que al final ya casi sentimos como algo nuestro. Con su arroz suelto, las gambas salteadas, el jamón, los guisantes, la tortilla en tiritas… vamos, lo clásico. Y lo mejor es que es facilísimo de hacer en casa. Sí, sí, que no hace falta ningún wok de 200 euros ni ingredientes raros del otro lado del mundo.
A mí me pasa mucho que cuando tengo arroz cocido de sobra, lo primero que se me viene a la cabeza es esto. Es rápido, está buenísimo y encima puedes tunearlo con lo que tengas por ahí. No sé si te pasa igual, pero en mi casa es de esas recetas de “fondo de armario”, por así decirlo. Que no falla. Y que, si lo haces bien, te queda hasta mejor que en el chino del barrio.
Ahora bien, aunque parezca simple, la receta del arroz tres delicias (o arroz frito chino) tiene su truquillo. Que el arroz no se pase, que la tortilla no quede seca, que no se te junte todo en una masa pegajosa… Pero no te preocupes, que ahora te lo cuento todo paso a paso, y ya verás que lo puedes clavar sin problema. Vamos al lío.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de arroz 3 delicias
Ingredientes
- 300 g de arroz de grano largo
- 150 g de gambas peladas
- 100 g de jamón de York en lonchas
- 2 huevos
- 100 g de guisantes
- 1 zanahoria
- cebollino picado para servir
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
Cómo hacer arroz tres delicias chino
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Lo primero es cocer el arroz. Usa arroz de grano largo y ponlo a hervir en abundante agua con un poco de sal. Cuando esté en su punto, ni muy duro ni pasado, escúrrelo y enfríalo con agua fría para cortar la cocción. Esto ayuda a que no se apelmace luego. Lo ideal es tenerlo ya cocido de antes, incluso del día anterior, porque así queda más suelto.
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Mientras el arroz se cuece, pela la zanahoria y ponla a hervir junto con los guisantes en un cazo con agua con un poco de sal. Si los guisantes son congelados no hace falta cocerlos. Cuando la zanahoria esté cocida pero firme, retira del agua y córtala en cubos pequeños.
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En una sartén pequeña, bate los huevos con una pizca de sal y haz una tortilla francesa fina. No hace falta que quede perfecta, porque luego la vamos a cortar en tiras. Cuando esté lista, déjala enfriar un poco y córtala en tiritas finas. Corta en tiras también las lonchas de jamón.
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Ahora, en una sartén grande o wok si tienes, echa un poco de aceite y saltea las gambas a fuego fuerte. Si son congeladas, asegúrate de que estén bien escurridas.
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Añade el arroz ya cocido a la sartén con las gambas. Dale unas vueltas para que se mezcle bien todo. Agrega la salsa de soja y mezcla bien durante un par de minutos a fuego medio-alto.
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Luego incorpora la zanahoria con los guisantes, el jamón y la tortilla en tiras. Remueve todo con cuidado para no machacar los ingredientes.
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Cuando ya esté todo caliente y bien integrado, retira del fuego. Sirve el arroz tres delicias con un poco de cebollino picado por encima. Le da un toque fresco muy bueno, y queda bonito, que también cuenta.
Consejos para que tu arroz tres delicias quede perfecto
- Usa arroz del día anterior si puedes. Queda mucho más suelto y manejable. Si lo acabas de cocer, enfríalo bien con agua fría y deja que repose un poco antes de usarlo.
- No te pases con la salsa de soja. Dos cucharadas es más que suficiente para dar sabor sin que el arroz se vuelva salado ni oscuro. Si te gusta más fuerte, añádela al final en la mesa.
- No remuevas demasiado fuerte cuando ya tienes todos los ingredientes juntos. Hazlo con cariño, que si no acabas con un bloque de arroz compacto en vez de algo suelto y rico.
- El aceite mejor que sea suave. Usa un aceite de oliva virgen extra suave en este caso, o incluso uno de girasol o similar, que va genial para que no se note demasiado.
- Las gambas, mejor peladas y sin cola. Parece obvio, pero a veces vienen con sorpresa. Y si las compras congeladas, descongélalas bien antes para que no suelten agua en la sartén.
- El cebollino al final, justo antes de servir, le da un punto fresco muy guay. Si no tienes, puedes poner un poco de perejil picado, pero el cebollino queda mejor.
Cómo acompañar el arroz tres delicias
Mira, este plato ya de por sí es bastante completo, así que muchas veces lo puedes comer tal cual y listo. Pero si te apetece montarte un menú estilo “comida china casera”, tienes varias opciones sencillas para acompañarlo sin volverte loco.
Un clásico que le va genial es el pollo al limón o el pollo con almendras, que también se puede hacer en casa sin mucho lío. Si quieres ir a lo fácil, unas empanadillas chinas (tipo gyozas) congeladas y hechas a la plancha te salvan la papeleta y dan el pego.
Otra opción buena es poner una ensalada de pepino con sésamo y vinagre de arroz, que refresca un montón y contrasta bien con el arroz caliente. O incluso un poco de sopa agripicante si te apetece empezar con algo calentito.
Y si vas justo de tiempo, pues nada, el arroz tres delicias solo, un poco de salsa de soja o salsa agridulce en la mesa, y a disfrutar. Que para una cena rápida o un táper para el curro va de lujo.
Bueno, pues ya lo tienes. El arroz tres delicias casero es de esos platos que no fallan, fáciles, rápidos y que encima gustan a todo el mundo. Lo puedes hacer con lo que tengas por casa, ajustarlo a tu gusto y hasta prepararlo con antelación para llevar en un táper. Que vamos, ni tan mal.
Si nunca lo habías probado en casa, te animo a hacerlo. De verdad que no tiene misterio y el resultado merece la pena. Y si ya lo haces, pues a lo mejor algún truquillo de los de arriba te viene bien para mejorarlo un poco.
Venga, ya me contarás si te animas. ¡Nos leemos pronto!
Si te gustan las recetas asiáticas que se pueden hacer en casa sin complicaciones, no puedes dejar de probar el chop suey de pollo, un salteado de verduras crujientes con pollo en tiras que se cocina en un momento y queda súper sabroso; el pad thai, que es uno de los platos tailandeses más conocidos, hecho con fideos de arroz, salsa de tamarindo, cacahuetes y huevo, todo salteado a fuego fuerte; o el clásico cerdo agridulce, con su salsa roja característica y esos trocitos de carne rebozada que quedan tiernos por dentro y crujientes por fuera.
