El calabacín rebozado al horno es de esas recetas que, cuando das con la forma justa de hacerlas, se quedan para siempre en el repertorio de la familia. A ver, que no sé tú, pero en mi casa lo de que los niños coman verdura a veces es misión imposible… hasta que pruebas cosas como esta. Porque claro, si lo plantas en el plato así, tal cual hervido, no hay manera. Pero si lo haces crujientito, con ese toque tipo nugget, y encima sin freír, ¡la cosa cambia!
Lo bueno es que no tiene ningún misterio. Nada de fritangas ni ingredientes raros, ni manchar media cocina. Se hace al horno, en nada de tiempo, y queda con ese punto crujiente por fuera y blandito por dentro que engancha, y mucho. Además, es una forma genial de que los peques coman calabacín sin ni protestar. Vamos, que tú se lo das con una salsita para mojar, y ni se enteran de que están comiendo verdura.
Y si encima tienes freidora de aire, te vas a ahorrar aún más lío, porque también te explico cómo hacerlo ahí. El resultado es casi el mismo, pero en menos tiempo y sin necesidad de calentar el horno. En fin, que sea como sea, este calabacín rebozado es una idea práctica, saludable y muy resultona para el día a día. De esas que no te quitan tiempo y encima triunfan.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de calabacín rebozado al horno
Ingredientes
- 2 calabacines medianos
- 2 huevos
- 150 g de panko (pan rallado japonés, le da ese punto extra crujiente que mola mucho, si no tienes usa pan rallado normal))
- 30 g de queso parmesano rallado
- 1/2 cucharadita de ajo en polvo (opcional, pero le da un punto muy rico)
- Sal al gusto
- Aceite de oliva virgen extra (mejor en spray)
Cómo hacer calabacín rebozado al horno
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Precalienta el horno a 200 °C, con calor arriba y abajo. Esto es lo primero, para que esté bien caliente cuando metas la bandeja. Mientras, aprovechas para ir preparando todo lo demás.
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Lava bien los calabacines y sécalos. Córtalos en rodajas de aproximadamente medio centímetro de grosor. No hace falta pelarlos, la piel aguanta bien la cocción y da textura.
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En un bol, mezcla el panko con el queso parmesano rallado, el ajo en polvo y una pizca de sal. Remueve bien para que quede todo bien repartido. Este será tu rebozado.
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En otro bol, bate los huevos.
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Ahora viene el empanado: pasa cada rodaja de calabacín primero por el huevo batido y por último por el panko con parmesano. Que queden bien cubiertas por todos lados.
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Coloca las rodajas en una bandeja de horno con papel vegetal. Cuando tengas todas listas, rocía ligeramente con aceite de oliva, si puede ser con spray mejor, para que se dore sin pasarse de aceite.
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Hornea durante unos 15-20 minutos, dando la vuelta a mitad de cocción para que se doren por ambos lados. Sabrás que están listos cuando tengan ese color dorado que apetece coger con la mano directamente.
Calabacín rebozado en freidora de aire
Si tienes una freidora de aire, esta receta es incluso más rápida y cómoda. Y lo mejor es que el resultado sigue siendo crujiente y sabroso, con menos tiempo y sin calentar toda la cocina.
Los ingredientes son exactamente los mismos que en la versión al horno (los tienes justo arriba), así que vamos directos al lío:
- Precalienta la freidora de aire a 200 °C durante unos 3-5 minutos. Algunas no lo necesitan, pero si la tuya lo permite, mejor hacerlo para que empiecen a cocinarse de inmediato.
- Empana el calabacín igual que en la receta original.
- Coloca las rodajas en la cesta de la freidora sin amontonarlas. Si tienes que hacer varias tandas, mejor eso que encajarlas todas de golpe, que si no se hacen fatal.
- Pulveriza con un poco de aceite de oliva por encima. No hace falta mucho, solo un toque para que se doren bien.
- Programa 10-12 minutos a 200 °C, y a mitad de cocción, dales la vuelta con unas pinzas o una espátula. Si las ves un poco pálidas al final, puedes dejar un par de minutos más. La textura ideal es doradita por fuera y blandita por dentro.
- Sácalas con cuidado y deja que enfríen un pelín antes de servirlas.
Consejos para que el calabacín rebozado quede perfecto
- Seca bien las rodajas de calabacín antes de empanarlas. Si están húmedas, el rebozado no se pega bien y luego se despega al hornearlas. Un poco de papel de cocina y listo.
- El panko marca la diferencia. Es más aireado que el pan rallado normal, lo que hace que el resultado sea mucho más crujiente. Si nunca lo has usado, verás el cambio.
- No te pases con el aceite. Un toque con spray o un chorrito muy fino es suficiente. Si usas demasiado, el rebozado se ablanda en lugar de quedar dorado.
- En horno, es importante darles la vuelta a mitad de cocción. Así se doran por los dos lados y evitas que uno quede más hecho que el otro.
- Si usas freidora de aire, no las amontones. Hazlas en una sola capa, aunque tengas que hacer dos tandas. El aire tiene que circular bien para que se hagan uniformemente.
- Puedes jugar con otras especias para variar el sabor: tomillo, albahaca seca, romero, pimentón dulce o picante… incluso una pizca de curry suave o comino molido si te apetece un toque distinto. Eso sí, con moderación, que el calabacín tiene un sabor delicado.
Cómo acompañar el calabacín rebozado
Para acompañar este calabacín crujiente y sabroso, puedes apostar por algo sencillo y ligero que no quite protagonismo a la verdura. Una salsa para mojar siempre triunfa, y no hace falta complicarse mucho: un poco de mayonesa casera o de bote, mezclada con unas gotas de limón o mostaza suave, funciona genial. También puedes probar con yogur natural mezclado con un poco de ajo en polvo y perejil picado, si prefieres algo más fresco y saludable.
Si quieres añadir un toque más completo, un poco de arroz blanco o quinoa puede complementar bien y convertirlo en una cena o comida más completa. Otra opción sencilla es servirlo con una ensalada verde con tomate y cebolla, o incluso con un poco de tomate frito casero para que los peques se lo tomen sin rechistar.
Bueno, espero que esta receta de calabacín rebozado al horno (y su versión en freidora de aire) te venga de lujo para que los peques coman verdura sin complicaciones. Ya sabes, crujiente, sabroso y nada pesado.
Si te gustan las recetas con calabacín, los palitos de calabacín al horno son una receta perfecta para picar de forma saludable y con una textura crujiente que conquista a cualquiera. La pizza vegetal con masa de calabacín es una opción ligera y diferente para disfrutar de una pizza casera sin tanta harina, ideal para variar en casa y sorprender a la familia.
Si prefieres algo calentito y suave, la crema de calabacín es un clásico fácil y rápido que puedes preparar en pocos minutos, perfecta para esos días en los que apetece algo reconfortante. Y para los que les gusta un plato más completo, los calabacines rellenos ofrecen mil posibilidades, desde versiones vegetarianas hasta con carne o arroz, todo muy adaptable y delicioso.
