Ensalada Waldorf

Cómo se hace la ensalada Waldorf
Descubre cómo hacer la famosa ensalada Waldorf con manzana, apio y nueces. Una mezcla de sabores y texturas que enamora.

La ensalada Waldorf es una de esas recetas que suenan muy pijas al principio, pero luego la pruebas y dices: “Oye, pues tampoco tiene tanto misterio”. De hecho, con cuatro cosas bien combinadas —manzana, apio, nueces, mayonesa…— te montas un plato fresquito, crujiente y que entra solo. A mí me encanta prepararla cuando quiero algo rápido pero con un toque distinto, sobre todo porque lo tiene todo: dulce, ácido, cremoso y crujiente a la vez. Vamos, que no es la típica ensalada aburrida.

Ahora bien, si alguna vez te has preguntado por qué se llama así —porque no suena precisamente a receta de la abuela, ¿no?—, te cuento: la ensalada Waldorf se inventó en el hotel Waldorf de Nueva York, allá por 1893. Sí, sí, el famoso Waldorf-Astoria. No la creó un chef con estrella Michelin ni nada de eso, sino el maître del hotel, un tal Oscar Tschirky, que tenía más arte montando platos de lo que parecía. Al principio llevaba solo manzana, apio y mayonesa, pero luego se le fueron añadiendo más cosas, como las nueces, que ahora ya son casi obligatorias.

Lo curioso es que, pese a su origen un poco snob, se ha convertido en un clásico que puedes encontrar en un montón de casas. Si no la has hecho nunca, ya verás qué fácil es.

Receta de ensalada Waldorf

Ingredientes

  • 2 cogollos de lechuga
  • 2 ramas de apio
  • 1 manzana Granny Smith
  • Un puñado de nueces
  • 3 cucharadas de mayonesa
  • Zumo de medio limón
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra molida al gusto

Cómo hacer ensalada Waldorf

  • Lo primero es lavar bien los cogollos de lechuga. Después los secas bien, que esto es importante para que la ensalada no se quede aguada. Puedes usar un centrifugador de esos de ensalada, pero si no tienes, con papel de cocina vale. Luego los cortas en trozos medianos.

  • Cortar Apio

    Seguimos con el apio. Aquí lo ideal es elegir ramas que no estén muy gordas, más bien tiernas, y quitarles los hilillos si los tienen. Esto se hace simplemente tirando de los extremos con un cuchillo. Luego lo cortas en rodajas.

  • Cortar Manzana

    Pela la manzana, aunque puedes dejarla con cáscara si quieres. La cortas en cuartos, le quitas el corazón y luego haces láminas o bastoncitos, como prefieras. Justo después de cortarla échale el zumo de limón por encima para que no se oxide y se quede fea antes de tiempo.

  • Las nueces mejor partirlas con las manos en trozos irregulares. Algunas personas las tuestan un poco antes de añadirlas, para que suelten más sabor, pero sinceramente, si no tienes tiempo o no te apetece, crudas están igual de bien.

  • Ensalada Waldorf

    Y por último, el aliño. En un bol aparte mezcla la mayonesa con el zumo de limón, sal y pimienta. Prueba antes de añadirlo todo, porque esto va mucho al gusto. Una vez tengas el aliño, lo echas sobre los ingredientes ya mezclados en un bol grande y remueves con cuidado para no machacar la lechuga ni las manzanas.

Consejos para hacer ensalada Waldorf

  • Usa manzana Granny Smith sí o sí. No es por ponerme tiquismiquis, pero es que ese puntito ácido y crujiente marca la diferencia. Si no tienes, vale, tira con lo que haya, pero el sabor cambia bastante.
  • El apio, cuanto más tierno, mejor. Si lo ves muy gordo o con hilos, quítaselos sin miedo. A veces la gente le tiene manía al apio por eso, pero bien limpio y cortado fino queda genial.
  • No te pases con la mayonesa. La idea no es que los ingredientes naden en salsa. Solo lo justo para que se mezcle todo y quede cremoso, pero sin pasarse.
  • Tosta las nueces si tienes un minuto. Vale, no es obligatorio, pero si las pasas un poco por la sartén sin aceite, sacan ese olorcillo a nuez tostada que queda brutal. Eso sí, no te despistes, que se queman en nada.
  • El limón no es solo para que no se oxide la manzana. También equilibra la grasa de la mayonesa. Si ves que el aliño está muy denso, añade un chorrito más.
  • Puedes añadir un toque de mostaza suave. Esto ya es opcional, claro, pero si te apetece algo con más carácter, una puntita de mostaza en el aliño le da un giro muy rico.
  • Prepárala justo antes de comer. No es que no se pueda dejar hecha con antelación, pero la textura se nota. Si la haces muy pronto, guarda todos los ingredientes por separado y mezcla al final.

Cómo acompañar la ensalada Waldorf

La ensalada Waldorf tiene ese punto entre dulce y salado que la hace muy versátil. No es una guarnición cualquiera, pero tampoco es tan contundente como para ir sola (aunque bueno, si te pones un buen cuenco y le metes un poco de proteína, te apaña la cena sin problema).

Combina muy bien con platos de carne fría como el rosbif, pechuga de pollo cocida o incluso pavo al horno. Es muy típica en comidas de Navidad en Estados Unidos, precisamente por eso, porque va genial con los restos del pavo del día anterior. Pero vaya, que no hace falta esperar a diciembre: cualquier carne al horno va de lujo con esta ensalada fresquita al lado.

Si te va el rollo más ligero, la puedes poner con pescado blanco al vapor o a la plancha. Incluso con salmón ahumado, si te apetece un contraste de sabores más fuerte. A veces yo la hago como plato único, pero le añado un huevo cocido o unas tiras de pollo a la plancha y arreando.

También queda muy bien como parte de un picoteo. Imagina una mesa con hummus, quesos, panecillos y esta ensalada en el centro. Le da un aire más fresco al conjunto y te saca del típico combo de embutido y patatas fritas.

Bueno, pues ya ves que la ensalada Waldorf no tiene ningún misterio, pero sí mucho encanto. Es de esas recetas que, aunque lleven más de un siglo dando vueltas, siguen funcionando igual de bien. Fresca, crujiente, con su puntito ácido… y encima la puedes tener lista en menos de 20 minutos sin manchar media cocina.

Si nunca la has probado o solo la conocías de oídas, dale una oportunidad. Y si ya la has hecho alguna vez, prueba a ajustarla un poco con los trucos que te he dejado, verás cómo cambia. Al final, como casi todo en cocina, es cuestión de ir probando hasta que encuentres tu versión favorita.

Si te gustan las ensaladas de verano, no puedes dejar de probar las ensaladas de espinacas, que son ligeras y muy refrescantes, las ensaladas de alubias, perfectas para quienes buscan algo más saciante sin renunciar a lo fresco, las ensaladas de pollo, ideales para darle un toque de proteína y sabor sin complicaciones, y las ensaladas con aguacate, que aportan cremosidad y un extra de nutrientes para los días de calor.

Ver las recetas
Recetas De Ensalada De Espinacas
Pequeocio
Ensalada de espinacas (5 recetas fáciles)
Recetas De Ensalada De Alubias
Pequeocio
Ensalada de alubias (5 recetas fáciles y ligeras)
Recetas Fáciles De Ensalada De Pollo
Pequeocio
Ensalada de pollo (10 recetas fáciles)
Ensaladas Con Aguacate Fáciles Y Sanas
Pequeocio
Ensaladas con aguacate (10 recetas de ensalada de aguacate)

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en las estrellas para puntuarlo!

Promedio de puntuación 5 / 5. Recuento de votos: 1

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Ya que has encontrado útil este contenido...

¡Síguenos en nuestras redes sociales!

¡Siento que este contenido no te haya sido útil!

¡Déjanose mejorar este contenido!

Dime, ¿cómo podemos mejorar este contenido?