Las fajitas de pollo son de esos platos que no fallan nunca en casa. No sé si te pasa, pero en cuanto digo que las voy a preparar, ya veo a todo el mundo frotándose las manos. Es que tienen ese punto de comida divertida, que no solo llena el estómago sino que también reúne a la familia o a los amigos alrededor de la mesa.
En casa nos encantan y las preparo muy a menudo los fines de semana. Tenemos casi una tradición: peli, sofá y fajitas. Pongo todos los ingredientes en la mesa —pollo jugoso, verduras de colores, tortillas calentitas— y cada uno se monta la suya a su gusto. Al final, siempre hay risas, algún que otro “¡no me robes el guacamole!” y, por supuesto, platos vacíos en un abrir y cerrar de ojos.
Además, lo bueno de las fajitas de pollo es que no requieren grandes complicaciones. Un buen pollo marinado, unas verduras frescas, un par de salsas, y ya tienes un plato digno de restaurante mexicano (o más precisamente tex-mex) sin moverte de tu cocina.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de fajitas de pollo
Ingredientes
- 500 g de pechuga de pollo
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento verde
- 1 pimiento amarillo
- 1 cebolla morada
- 2 dientes de ajo
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Zumo de 1 lima
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de orégano seco
- ½ cucharadita de pimienta negra molida
- ½ cucharadita de sal
- 6-8 tortillas de trigo
- Salsas al gusto (guacamole, pico de gallo, crema agria…)
Cómo hacer fajitas de pollo
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Para empezar, corta la pechuga de pollo en tiras finas, más o menos del mismo tamaño, para que se cocinen por igual. Ponlas en un bol grande y añade el zumo de lima, el aceite de oliva, el pimentón, el comino, el orégano, la pimienta y la sal. Mezcla bien con las manos o con una cuchara para que el pollo se impregne de todo y deja reposar al menos 20 minutos. Si tienes tiempo, una hora en la nevera le viene de maravilla.
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Mientras el pollo marina, lava los pimientos y la cebolla y córtalos en tiras, procurando que no queden demasiado finas para que conserven un poco de textura al cocinarlas. Pela y pica los dientes de ajo muy finos.
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Calienta una sartén grande o una plancha a fuego medio-alto y añade un chorrito de aceite de oliva. Primero cocina el pollo hasta que esté dorado por fuera y bien hecho por dentro; tardará unos 5 o 6 minutos dependiendo del grosor. Sácalo y resérvalo en un plato para que no se pase de cocción.
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En la misma sartén, añade un poco más de aceite si hace falta y saltea las verduras y el ajo durante unos 4 o 5 minutos, lo justo para que queden blandas pero todavía con algo de crujiente. Después, reincorpora el pollo a la sartén, mezcla todo bien y deja que se caliente un par de minutos para que los sabores se integren.
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Calienta las tortillas de trigo en otra sartén o directamente sobre una plancha caliente durante unos segundos por cada lado. Pon el pollo con las verduras en el centro de la mesa junto con las tortillas y las salsas, con aguacate si te gusta, y que cada uno se monte su fajita como más le guste.
Consejos para hacer fajitas de pollo
- Marinar el pollo al menos 20-30 minutos para que coja sabor; si puedes dejarlo más tiempo, mejor.
- Usa pollo de buena calidad, preferiblemente pechuga fresca o contramuslos deshuesados si quieres más jugosidad.
- No cortes las verduras demasiado finas para que no se ablanden en exceso al saltearlas.
- Cocina el pollo y las verduras por separado para controlar mejor el punto de cada uno.
- No sobrecargues la sartén; es mejor cocinar en tandas para que todo se dore bien y no se cueza.
- Calienta las tortillas justo antes de servir para que estén blandas y flexibles.
- Ten las salsas preparadas con antelación para que no se enfríe el pollo mientras las haces.
- Si te gusta el picante, añade unas rodajas finas de guindilla fresca o unas gotas de salsa picante al final.
Cómo acompañar fajitas de pollo
Las fajitas son muy agradecidas porque combinan con un montón de cosas. Lo más típico es servirlas con guacamole bien fresco, pico de gallo y un poco de crema agria o yogur natural. Si te gusta el queso, también puedes poner cheddar rallado o un queso fundente que se derrita con el calor del pollo.
Otra opción es añadir arroz blanco o arroz estilo mexicano al centro de la mesa, para que cada uno se ponga un poco dentro de la tortilla. También quedan muy bien con frijoles refritos o simplemente con una buena ensalada fresca para equilibrar el plato.
En cuanto a bebidas, una cerveza fría suele ir de maravilla, pero si quieres algo sin alcohol, un vaso de limonada casera o agua con rodajas de lima y menta le dan un toque refrescante perfecto.
Bueno, ya ves que preparar fajitas de pollo no tiene misterio. Es de esas recetas que se hacen rápido, no ensucian demasiado y encima gustan a todo el mundo. Si las pruebas así, con el marinado y las verduras salteadas en su punto, seguro que repites.
Si buscas otras recetas latinoamericanas, no puedes dejar de probar las quesadillas, ese clásico mexicano hecho con tortillas de trigo o maíz rellenas de queso y otros ingredientes que se derriten al calentarlas; las enchiladas de pollo, tortillas bañadas en salsa de chile y rellenas de pollo jugoso, muy típicas en la cocina casera de México; las arepas, panecillos de maíz muy populares en Venezuela y Colombia que se rellenan con todo tipo de ingredientes; y los tequeños venezolanos, palitos de queso envueltos en masa que se fríen hasta quedar crujientes y dorados.
