Los huevos escalfados tienen fama de ser uno de esos retos de cocina que suenan más complicados de lo que son. ¿A ti también te ha pasado? Que ves una receta con huevos poché y ya estás buscando un atajo porque piensas: “Uf, eso seguro que no me sale bien”. Pues mira, en realidad, con un par de trucos y algo de maña, salen genial. Y lo mejor es que no necesitas casi nada para hacerlos.
Yo al principio pensaba que era cosa de cocineros pros. Veía ese huevo con la yema perfecta, que al pincharla suelta ese oro líquido, y pensaba: “Vale, esto en casa ni de broma”. Pero un día me dio por probar, y oye, con una olla, agua caliente, vinagre y un poco de paciencia… ¡magia! Ahora los hago cada dos por tres, sobre una tostada con aguacate o en una ensalada templada. Te cambia el plato por completo.
Así que si tú también eres de los que los mira con respeto (o con pereza), sigue leyendo. Porque vas a ver que no hace falta ni ser chef ni tener mil cacharros. Solo saber un par de cosas clave y lanzarse. ¡Vamos a por esos huevos escalfados!
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de huevos escalfados o huevos poché
Ingredientes
- Huevos (frescos, mejor si son camperos)
- Agua
- Vinagre blanco
- Cazo o cacerola honda
- Taza o cuenco
- Reloj o cronómetro (el tiempo es clave aquí)
- Espumadera o cuchara perforada
- Cuenco con agua bien fría
Utensilios recomendados
Cómo hacer huevo escalfado fácil (método clásico)
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Este es el método de toda la vida. El que da más respeto, sí, pero también el que mejor queda si le pillas el truco.
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Llena un cazo con agua y añade un buen chorro de vinagre blanco. Esto ayuda a que la clara no se desparrame por todo.
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Pon el agua a calentar a fuego medio, sin que llegue a hervir fuerte. Tiene que haber burbujitas, pero suaves, nada de borbotones. Si tienes un termómetro de cocina úsalo, la temperatura indicada es 80°C.
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Rompe el huevo en una taza o cuenco pequeño (esto es importante, no lo casques directo en el agua).
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Con la ayuda de una cuchara, crea un remolino suave en el agua (tipo torbellino).
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Vierte el huevo en el centro del remolino, despacito. La clara empezará a envolverse sola.
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Espera unos 3 minutos, más o menos. Si te gusta la yema muy líquida, con 2:30 puede bastar. Si la prefieres un poco más hecha, aguanta hasta 3:30.
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Saca el huevo con una espumadera y pásalo a un cuenco con agua muy fría para cortar la cocción.
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¡Y listo! La yema debería estar templada y líquida, y la clara cuajada pero suave.
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Cómo hacer huevo escalfado con papel film (el “truco” fácil)

Este método va genial si te pone nervioso el tema del agua o si quieres hacerlo con menos margen de error.
- Coge un trozo de film transparente y ponlo dentro de una taza, dejando que sobresalga.
- Echa unas gotas de aceite en el film y rompe el huevo dentro.
- Junta las puntas del film y haz un paquetito, tipo saquito, bien cerrado.
- Mete el paquete en agua caliente (igual que antes, sin hervir fuerte) y déjalo unos 4 minutos.
- Saca, quita el film con cuidado, y voilà: huevo escalfado con forma perfecta.
Este truco es muy útil cuando haces varios huevos y no quieres jugártela con el método tradicional.

Consejos para escalfar huevos como un chef
Errores comunes que conviene evitar
- Echar el huevo con el agua hirviendo a tope. Eso es muerte segura: la clara se va por libre y la yema se endurece antes de tiempo.
- Cascar el huevo directamente en el agua. Parece una tontería, pero es mucho más fácil que se rompa la yema. Mejor usar una tacita.
- No usar vinagre. A ver, no es imprescindible, pero ayuda muchísimo a que la clara se coagule rápido. Y no, no te va a saber a ensalada.
- Pasarse de tiempo. El huevo se sigue cocinando incluso después de sacarlo, así que es mejor quedarse un pelín corto y dejarlo reposar unos segundos.
¿Huevo escalfado, pochado o cocido?
Esto genera confusión a veces, así que vamos a dejarlo claro de una vez:
- Escalfado (o poche): se cuece sin cáscara, directamente en agua caliente con vinagre. La clara debe quedar suave y la yema bien líquida.
- Huevo cocido: con cáscara. Puede ser duro si lo cueces 10 minutos o pasado por agua si lo dejas 4 o 5.
- Pochado y escalfado vienen a ser lo mismo, solo que “poché” suena más fino, más francés.
Así que si ves “huevo poché” en un menú, no te asustes: es el mismo huevo escalfado de toda la vida.
¿Se pueden preparar con antelación?
Pues sí. Si tienes que hacer varios huevos escalfados y no quieres andar con el agua al momento de servir, puedes dejarlos listos antes. El truco es este:
- Escálfalos como siempre.
- Enfríalos en un bol con agua y hielo para que no se sigan cocinando.
- Guárdalos en un recipiente con agua en la nevera. Te aguantan bien un día entero.
- Para servirlos, los metes en agua caliente (no hirviendo) unos segundos, lo justo para que vuelvan a estar templados.
Y así te los puedes montar con antelación sin que pierdan ni textura ni gracia.
Cómo acompañar los huevos escalfados
Una de las cosas buenas de los huevos escalfados es que combinan con casi todo. Lo típico y que nunca falla es ponerlos sobre una tostada con aguacate, un poco de sal, pimienta y si quieres, algo de chile o unas semillas por encima. También quedan genial en una ensalada templada con hojas verdes, frutos secos y queso tipo feta o de cabra. La yema líquida hace de aliño natural y queda brutal.
Otra opción que sorprende es servirlos sobre cremas o purés. Por ejemplo, una crema de calabaza, un puré de patata o incluso una sopa de champiñones. Rompes la yema y te cambia el plato por completo.
Si te apetece algo más elaborado, puedes montarte unos huevos Benedict, que básicamente es el huevo escalfado sobre una tostada con jamón cocido y salsa holandesa. Y si tienes pasta hecha, prueba a poner el huevo encima con un poco de parmesano y pimienta. Lo mezclas todo y te queda una carbonara improvisada sin complicarte la vida.
En resumen, el huevo escalfado es de esos ingredientes que puedes meter en casi cualquier plato y queda bien. Solo hay que tener un poco de imaginación (y hambre).
Bueno, pues hasta aquí el mundo del huevo escalfado. Si te animas a probarlo, ya verás que no es tan complicado como parece y que el resultado merece la pena. ¿A que dan ganas de meterse en la cocina ya mismo?