Viajar con niños pequeños siempre exige un esfuerzo extra de organización y planificación y, si el desplazamiento es en coche, todavía más. Lo primordial es la seguridad, por eso es importante revisar a fondo el automóvil y repasar las coberturas de la póliza del seguro.
Existen diversos tipos de pólizas, pero los seguros a todo riesgo son la alternativa más recomendable cuando viajamos con la familia. Además de cubrir posibles daños a terceros, se hacen cargo de los desperfectos que pueda sufrir el propio vehículo. También suelen incluir la asistencia a los ocupantes e incorporan un seguro para el conductor que cubre los gastos médicos y farmacéuticos. De esta manera, la seguridad es total y está garantizada desde el kilómetro cero.
Al margen del tema de la póliza de automóvil, los traslados en coche con niños llevan asociados otras exigencias que afectan tanto al vehículo como a la planificación del viaje. Hablamos de sistemas de sujeción, comidas, descansos en ruta y elementos para amenizar el viaje. Son detalles importantes que no podemos obviar si queremos disfrutar de un viaje placentero y sin contratiempos.
Viajar en coche con niños, qué tener en cuenta
Sistemas de retención seguros
La normativa en cuanto a la seguridad de los niños durante el viaje es muy clara: el coche debe disponer de sistemas de retención homologados y acordes a la altura del niño. Las sillitas de coche infantiles son obligatorias hasta que los niños alcancen una altura de 1,35 metros y deben ir colocadas siempre en los asientos traseros.
Planificación de rutas
Los niños pequeños se cansan rápidamente en los viajes en coche, por eso es importante planificar las rutas y determinar las posibles paradas. A ser posible, es conveniente elegir trazados cómodos y dotados de áreas de servicio. De esta manera, será más fácil acudir al baño o cambiar al bebé cuando sea preciso.
Los descansos ayudan a que los niños se relajen, pero también son muy útiles para los padres, sobre todo para el conductor. Conducir con niños inquietos o nerviosos puede resultar muy estresante, de ahí la necesidad de efectuar paradas frecuentes para descansar y aliviar tensiones.
Comidas ligeras
Las comidas durante el viaje deben ser ligeras y fáciles de digerir. Una comida demasiado copiosa puede generar malestar y causar mareo o ganas de vomitar durante el trayecto, por eso es preferible dar a los niños alimentos ligeros y en poca cantidad. El mismo consejo se puede aplicar a los adultos, en especial al conductor. Los menús pesados pueden provocar somnolencia y poner en peligro la seguridad del viaje.
Lo que no ha de faltar es el agua. La hidratación durante el viaje es muy importante.
Amenizar el viaje
Los viajes largos en coche pueden resultar tediosos para los niños, por eso es muy recomendable llevar algún elemento de distracción. En el caso de los bebés o los niños pequeños, lo mejor es darles algún juguete al que estén acostumbrados. Los más mayores preferirán una película o un videojuego, pero habrá que estar atentos a posibles mareos.
Al margen de la ayuda tecnológica, no hay que olvidar otros recursos tradicionales, como las canciones infantiles o los cuentos. Échale un vistazo también a esta idea de la bolsa de actividades para viajes con niños ¡verás qué entretenida!