¡En Pequeocio somos muy fans de los experimentos para niños! Hoy os traemos una idea súper sencilla que dejará a los peques boquiabiertos: ¡haremos hielo que crece!

Solo necesitamos agua para hacer este divertido experimento con hielo, ¿queréis saber cómo se hace?

Experimentos para niños, ¡hielo que crece!

Materiales

  • 1 botella de agua mineral sin abrir
  • hielo
  • un vaso o recipiente
  • congelador

Cómo hacer hielo que crece

Lo primero que tenemos que hacer es poner nuestra botella de agua en el congelador, entre 120 y 160 minutos. Es importante que la botella esté herméticamente cerrada. Después de este tiempo veremos que el agua está escarchada o muy fría, pero no congelada. Ponemos unos cuántos cubitos de hielo en un vaso (también funciona con un solo cubito y podéis ponerlo en cualquier lado, el vaso sirve solo para contener el agua que cae), abrimos la botella y vamos virtiendo el agua sobre el hielo lentamente, haciéndola caer siempre sobre el mismo punto para que nuestra «torre» de hielo crezca. ¿Habéis visto el vídeo? ¡Sorprendente! Al final del vídeo también notaréis que dándole un golpe o sacudón a la botella, el agua se cristaliza inmediatamente… ¿qué es lo que sucede?

Este proceso se llama sobrefusión o superenfriamiento. En este proceso un líquido se enfría por debajo de su punto de congelación, sin que pase al estado sólido (es lo que hemos hecho al poner la botella de agua mineral en el congelador). El punto de congelación del agua es 0°, pero si se enfría paulatinamente y no presenta impurezas (como el agua mineral), se puede bajar su temperatura aún más sin que se cristalice. Pues bien, nuestro agua cristalizará solo en presencia de lo que se llama «cristal semilla» o «núcleo», osea nuestros cubitos de hielo: al entrar en contacto con este núcleo el agua comienza a formar una estructura cristalina a su alrededor.

¿Os ha gustado?

Imagen principal: Wonder How To – Vídeo: The King of Random

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