La conciliación, esta palabra tan bonita pero tan difícil de poner en práctica. Son cada vez más los papás que ajustan los horarios y la jornada laboral para poder coordinarse con sus hijos. En otros casos, las posibilidades de acoplarse a los horarios que nos ofrecen escuelas infantiles, colegios y, sobre todo, nuestro propio trabajo, son escasas.

Entonces, nos podemos plantear que una persona venga a casa y nos eche una mano con los niños. Más allá de las ventajas de esta práctica, queremos concretar qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir a la persona adecuada.

Os dejamos algunos asuntos que no debéis pasar por alto:

  • La Formación. En algunos casos es muy importante. Si buscas alguien que dinamice un grupo de niños, si es un niño con algún tipo de discapacidad, ayuda para los deberes en los mayores…  En otras ocasiones, la experiencia jugará un papel fundamental, es el caso de bebés recién nacidos. Si esta experiencia va acompañada de formación en el ámbito de la educación y/o infancia, fenomenal.
  • La Experiencia. Muy importante que posea experiencia con niños de la misma edad, si es en domicilios particulares mejor. Saber cómo actuar ante un accidente casero u otro imprevisto es esencial, conocer las rutinas diarias, cómo se desarrolla y se comporta un niño de la misma edad de tu/s hijo/s.
  • Las Referencias. Es uno de los aspectos que no debes pasar por alto. Contacta, bien por teléfono o por correo electrónico, con alguna familia donde haya trabajado esta persona. Cómo hablan de ella, su tono de voz, las cosas en las que hacen hincapié… te ayudarán en la decisión. Además podrás preguntar alguna duda que te haya podido surgir durante la entrevista, por ejemplo porqué terminó su relación.
  • Interés por la infancia. Lo que diríamos coloquialmente “que le gusten los niños”. Por su forma de hablar de sus experiencias personales con otras familias, de cómo resolvería problemas cotidianos como las rabietas, la hora de la comida, los juegos… podréis obtener información acerca de su manera de entender la relación con los niños.
  • Proyección de continuidad. ¿Para cuánto tiempo vas a necesitar a una niñera/cuidadora en casa? Entendemos que va a ser una persona que entre en nuestras vidas y, sobre todo, en las de nuestros hijos. Creará un vínculo con ellos, se convertirá en persona de referencia… Por esto, no debemos cambiar constantemente. Asegúrate de que va a cubrir todas las necesidades temporales, el curso escolar, un año, dos… los que vayáis a necesitar.
  • Contratación. Si pensáis formalizar alta en la seguridad social, hoy en día asunto obligatorio… asegúrate de que los papeles están en regla y puede hacerse correctamente.

Son muchas las páginas de internet donde aparecen personas que ofrecen sus servicios como canguro, niñera, empleada de hogar… ¿Dónde está la clave para acertar? ¿Qué debemos tener en cuenta en una entrevista? También encontrarás empresas que agilizan todo el proceso y crean su propia bolsa de personas que pueden proporcionarte para trabajar en casa.

Entonces, ¿qué hacemos desde Enbrazos? Vamos un paso más allá… Entendemos que confiar el cuidado de nuestros hijos a otra persona es un proceso sumamente delicado. Desde un filtro muy cuidado, como madres y como psicólogas, creemos que una persona capacitada para hacerse cargo de un niño debe poseer un perfil personal determinado. Variables como empatía, equilibrio emocional, autoestima, tolerancia a la frustración o flexibilidad son esenciales para trabajar con niños, más allá de la formación que poseas. Es una forma de ver el mundo.

Las familias son el eje fundamental desde donde los pequeños dan forma a su carácter, su personalidad y sus emociones. La persona que entra en tu casa, colabora, consciente e inconscientemente, en la educación de tus hijos. Por todo esto, tómate tu tiempo para encontrar a la persona idónea para hacerla un hueco en vuestra casa.

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