El bizcocho de plátano es de esas recetas que, la verdad, a mí me salvan la vida. No sé si te ha pasado alguna vez, pero cuando veo que tengo unos plátanos en el frutero que ya están pidiendo a gritos una segunda vida, el «banana bread» se convierte en mi mejor aliado. Y mira, no solo porque me permite aprovechar la fruta que está a punto de pasarse, que ya es un puntazo, sino porque, la verdad, en mi casa es un éxito rotundo. Mis hijos, en cuanto ven que estoy machacando plátanos, ya saben lo que se cuece y se ponen a dar palmas. Y oye, es que no es para menos, porque el aroma que deja en la cocina ya es una maravilla.
Este dulce, que para muchos es el famoso «pan de plátano» americano, se ha convertido en un clásico en muchísimas casas. Es un postre, o una merienda, o incluso un desayuno, que te transporta a esos momentos de calidez y hogar. Lo típico, ¿verdad? Es uno de esos sabores que te reconfortan, la verdad.
Pero bueno, más allá de como le llames, lo que nos importa es el resultado. Y te digo una cosa, después de probar mil y una recetas, he dado con la que, para mí, es la definitiva. Esta versión de pastel de plátano que te traigo hoy es, sencillamente, espectacular. Queda súper jugosa, con un sabor intenso a plátano, y con esa textura que te hace querer un trozo más, y otro, y otro… Y lo mejor de todo, es facilísima de hacer. No necesitas ser un chef para que te salga de matrícula. De verdad, que esta receta tiene un no sé qué, que qué sé yo, que te va a encantar.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de bizcocho de plátano casero
Ingredientes
- 3 plátanos maduros
- 200 g de harina de trigo
- 100 g de azúcar
- 2 huevos grandes
- 60 ml de aceite de girasol
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- Media cucharadita de sal
- Media cucharadita de canela en polvo
Cómo hacer bizcocho casero de plátano
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Pon el horno a calentar a 180°C, con el calor arriba y abajo, y prepara el molde donde vas a hornear tu bizcocho de plátano. Yo te recomiendo un molde alargado tipo plumcake, y que lo engrases un poco y lo espolvorees con harina para que luego no se te pegue y no te lleves un disgusto al desmoldarlo.
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Pela los plátanos, y de uno de ellos corta 2 rebanadas transversales finitas que servirán para decorar el bizcocho. El resto córtalo en trozos con las manos.
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En un bol añade el azúcar, los huevos, el aceite de girasol y los plátanos en trozos. Machaca los plátanos con un tenedor junto con los demás ingredientes hasta que se conviertan en un puré. A mí me gusta dejarles algún trocito, la verdad, porque así luego se nota más el sabor y la textura en el pan de plátano final.
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Mézclalo todo bien con una cuchara o una espátula. No hace falta que le des con la batidora, simplemente que quede todo bien integrado, sin grumos.
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En otro recipiente, mezcla los ingredientes secos: la harina, el bicarbonato, la levadura y la sal. Remuévelo con una cuchara para que se repartan bien. Y ahora, poco a poco, ve incorporando esta mezcla de ingredientes secos al bol de los plátanos. Ve echando la harina en varias tandas y mezclando con movimientos envolventes.
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Cuando la masa ya esté lista, viértela en el molde que tenías preparado, decora con las dos rebanadas de plátano que habías reservado y mételo en el horno. Déjalo que se hornee durante unos 45 o 50 minutos. A partir de los 40 minutos, ve vigilándolo y, para saber si está listo, pincha el centro con un palillo o un cuchillo. Si sale limpio, ya lo tienes.
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Una vez que el pastel de plátano esté listo, sácalo del horno y déjalo reposar unos 10 o 15 minutos en el molde. Luego, desmóldalo con cuidado y déjalo enfriar por completo sobre una rejilla.

Trucos para un bizcocho de plátano jugoso
- Elige los plátanos más maduros: La verdad es que cuanto más oscuros y blandos estén, mejor. Esos que a simple vista no parecen muy apetecibles, son los que más dulzor y aroma le van a dar a tu pastel de plátano. Tienen más azúcar natural y más humedad, que es justo lo que buscamos para que nos quede un bocado de escándalo.
- No te pases mezclando: Esto es súper importante. Una vez que has añadido la harina, no te pongas a batir como si no hubiera un mañana. Mezcla solo lo justo para que no queden grumos de harina. Si lo bates demasiado, el gluten se desarrolla y el bizcocho de plátano te quedará más denso y gomoso. No es lo que queremos, ¿verdad?
- Un toque extra de sabor: Si te apetece, puedes añadirle un puñado de nueces picadas, pepitas de chocolate o, si eres de los atrevidos, un poco de jengibre rallado. La verdad es que le dan un toque alucinante y cada bocado es una sorpresa. A mí, en particular, me encanta con nueces, que le dan un punto crujiente que me parece una pasada.
- El reposo es clave: No te comas las uñas para desmoldarlo nada más salir del horno. Deja que se enfríe un poco en el molde para que asiente y luego, con cuidado, lo pasas a una rejilla. Y la verdad, para que te quede la textura perfecta, déjalo enfriar del todo antes de cortarlo. Aunque, te entiendo, a veces es imposible resistirse a un trocito caliente.
Cómo acompañar el bizcocho de plátano
La verdad, tienes un montón de opciones. Por ejemplo, a mí me encanta servir una porción con una cucharada de yogur griego, así, sin más. El contraste entre la jugosidad del bizcocho de plátano y la acidez del yogur es una pasada. Y si le echas un chorrito de miel o un poco de sirope de arce por encima, ya es que te mueres de gusto.
Otra opción que, la verdad, me vuelve loca es con una bola de helado de vainilla. Es uno de esos postres que se convierten en un festín en la boca. El calorcito del bizcocho recién hecho (si lo calientas un poco en el microondas) con el frío del helado… buff, es que no te lo imaginas.
Espero que te animes a probar esta receta. No sé, a mí me parece una de esas cosas que no fallan y que siempre te sacan una sonrisa. Ya ves, lo que empezó como una forma de no tirar unos plátanos ha terminado siendo un clásico en mi casa, y un motivo para que mis hijos se pongan contentos. Es que a veces las cosas más sencillas son las que mejor funcionan, ¿verdad?
Espero de verdad que te sirva de ayuda y que te animes a hacer tu propio bizcocho de plátano. Si te sale, no dudes en compartirlo.
Si buscas otras recetas de bizcochos caseros, no puedes dejar de probar el bizcocho en microondas en taza, que es perfecto para cuando tienes un antojo repentino y no quieres ensuciar nada, o el bizcocho de manzana, ideal para esos días fríos porque te deja un aroma a hogar increíble en la cocina. La verdad es que también está de vicio el bizcocho de calabaza, que es un clásico de otoño que te sorprenderá por su sabor especiado, y el bizcocho de naranja, que te da un subidón de vitamina C y frescura que se agradece un montón. Ahora que lo pienso, tampoco te puedes perder el bizcocho de limón y yogur, que es de esos que siempre salen bien y que, la verdad, es un básico que todo el mundo debería tener en su recetario.