No sé si a ti te pasa, pero siempre que pienso en bizcochos, me vienen a la cabeza bonitos recuerdos: tardes en casa compartiendo una merienda en familia, un domingo mirando un peli todos juntos con un trozo de bizcocho recién hecho. Y si es un bizcocho de manzana, ya ni te cuento, mi favorito. La mezcla entre el toque afrutado de la manzana y la suavidad del bizcocho es perfecta.
La primera vez que hice este bizcocho casero de manzana, con lo que tenía en la despensa y con la báscula rota, sin complicarme demasiado, quedó tan rico que se convirtió en mi receta de cabecera. No necesitas cosas raras ni ser un experto en la cocina. De hecho, es de esas recetas que salen bien aunque tengas un día torpe. Si te apetece probarlo o simplemente darte un gustito, aquí te cuento cómo lo hago.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de bizcocho de manzana fácil
Ingredientes
- 3 vasos de harina de trigo (vaso de unos 200 ml de capacidad)
- 1 sobre de levadura química o polvo de hornear (16 g)
- 1 vaso de azúcar
- 1 vaso de leche
- 3/4 vaso de aceite de girasol
- 3 huevos
- Ralladura de 1 limón
- 1 cucharadita de canela
- 1 manzana en cubos
- 2 manzanas en láminas
Cómo hacer bizcocho casero de manzana
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Corta las manzanas en cubos y en láminas. La manzana que va cortada en cubos va pelada, las otras con cáscara.
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Ralla el limón para obtener su cáscara.
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En un bol grande, comienza batiendo los 3 huevos con el azúcar hasta que la mezcla se vea homogénea y un poco espumosa.
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Añade la leche, el aceite de girasol, la ralladura de limón y la canela. Mezcla bien.
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Después, tamiza la harina junto con la levadura química (esto es importante para evitar grumos) e intégralo poco a poco a la mezcla líquida. Ve removiendo con una espátula o batidor manual para que quede bien suave.
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Ahora, añade las manzanas en cubos a la mezcla y mézclalas suavemente.
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Precalienta el horno a 180°C (calor arriba y abajo).
Mientras se calienta, enmanteca y enharina ligeramente un molde de 20-22 cm. Vierte la mezcla en el molde y, por encima, coloca las láminas de manzana, como si estuvieras decorando el bizcocho.
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Hornea durante unos 45-50 minutos. El tiempo puede variar dependiendo de tu horno, así que, cuando pasen unos 40 minutos, pincha con un palillo el centro del bizcocho para comprobar que esté cocido. Si el palillo sale limpio, ¡listo!
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Deja enfriar un poco antes de desmoldar. ¡Y ya está! Ahora solo te queda disfrutarlo.
Antes de servir si quieres puedes espolvorear con azúcar glas.
Si te queda alguna duda, te dejo también la receta en vídeo:
Consejos y trucos para un bizcocho de manzana perfecto
Aunque la receta es bastante fácil, siempre hay algunos detalles que marcan la diferencia entre un bizcocho rico y un bizcocho espectacular. Aquí te dejo algunos consejos que puedes aplicar para que cada vez que lo hagas, te salga de 10.
- Cómo conseguir un bizcocho de manzana esponjoso: Uno de los secretos para que tu bizcocho quede esponjoso es no sobrebatir la mezcla una vez que agregues la harina. Es importante mezclar los ingredientes solo hasta que se integren bien, sin batir en exceso. Si lo haces, la masa podría perder aire y quedar más densa.
- Variaciones para darle un toque extra: Aunque este bizcocho de manzana está delicioso tal cual, siempre puedes hacer pequeñas variaciones. Por ejemplo, puedes añadir nueces picadas o pasas a la mezcla.
- Qué molde usar: Si no tienes un molde redondo, no te preocupes. Puedes usar cualquier tipo de molde que tengas en casa, ya sea cuadrado o rectangular. Eso sí, ten en cuenta que el tiempo de horneado puede variar dependiendo del tamaño y forma del molde, así que no dudes en comprobar que el bizcocho esté cocido pinchándolo con un palillo.
¿Cómo servir y disfrutar del bizcocho de manzana?
Este bizcocho de manzana es de esos postres que siempre vienen bien, ya sea para el desayuno, la merienda o ese antojo de media tarde. Tiene mil formas de disfrutarse. ¿Quieres algo especial? Sírvelo aún tibio con una bola de helado de vainilla, con nata montada o crema chantilly, y se convertirá en un postre de lujo para cerrar cualquier comida especial.
Y claro, no hay mejor compañero para este bizcocho que una taza de café o té caliente, ideal para una tarde relajada. ¿Un toque final? Espolvorea un poco de azúcar glas justo antes de servir. Le da un aspecto precioso y un puntito extra de dulzura que lo hace aún más apetecible.
Te propongo otras recetas de bizcochos caseros: si te gustan los sabores intensos y decadentes, no puedes dejar de probar el bizcocho de chocolate, con su textura húmeda y su sabor a cacao que lo convierte en una delicia irresistible. Si eres fan de los sabores más frescos y ligeros, el bizcocho de zanahoria te sorprenderá con su suavidad, un toque de especias y la jugosidad de la zanahoria rallada que lo hace increíblemente esponjoso.
Para los amantes de los cítricos, el bizcocho de limón es perfecto: con su frescura y un toque ácido, es ideal para acompañar una tarde de té. Si te encanta lo dulce y otoñal, el bizcocho de calabaza es una opción deliciosa, que combina la calabaza con un toque de canela y nuez moscada, creando una receta suave y reconfortante. Y, por último, el bizcocho de naranja, con su frescura y aroma a cítrico, te transportará a un sabor natural y fresco.