La ensalada alemana es una de esas recetas que, aunque no la hayas hecho nunca en casa, seguro que la has probado alguna vez. Lo típico: vas a una barbacoa, alguien lleva una fuente enorme con una ensalada de patata y te lanzas sin pensar… y luego te quedas pensando: “¿Pero qué lleva esto que está tan buena?”. Pues probablemente era una ensalada alemana de patata, también conocida como Kartoffelsalat si te pones en plan purista.
A ver, que tampoco es que sea una receta complicadísima, pero sí tiene su gracia. No es la clásica ensalada con mayonesa y ya. La ensalada de patata alemana tiene ese punto ácido, suave y cremoso a la vez, que se consigue con un aliño que lleva mostaza a la antigua… Y bueno, algún que otro toque secreto que ya te explicaré más adelante porque es clave.
Lo curioso es que cada familia en Alemania tiene su propia versión. En el sur, por ejemplo, suelen hacerla sin mayonesa y con el aliño más ligero, mientras que en otras zonas se permiten más licencias. Aquí vamos a ver una versión muy parecida a la tradicional de Baviera, que la verdad queda de escándalo. Y lo mejor es que es facilísima de hacer, se puede preparar con antelación y aguanta genial en la nevera. Vamos, un básico del verano que te va a venir de perlas.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de ensalada alemana de patata y salchicha
Ingredientes
- 800 g de patatas
- 4 salchichas tipo Frankfurt cocidas y ahumadas
- 8 pepinillos agridulces
- 1 cebolleta
- 2 huevos
- 5 cucharadas de mayonesa
- 1 cucharada de mostaza a la antigua
Cómo hacer ensalada alemana
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Lo primero es cocer las patatas. Lávalas bien sin pelar y ponlas en una olla con agua fría y un poco de sal. Déjalas cocer unos 25 o 30 minutos, según el tamaño. No hace falta que estén deshechas, solo que se puedan pinchar bien con un cuchillo. Cuando estén listas, las escurres y las dejas enfriar lo justo para poder pelarlas sin quemarte los dedos.
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Mientras se cuecen las patatas, aprovecha para cocer los huevos. Los pones en agua fría, los llevas a ebullición y los dejas unos 10 minutos. Luego los enfrías con agua del grifo y los reservas. También puedes ir cortando las salchichas tipo Frankfurt en rodajas finas. No hace falta que las cocines más si ya vienen cocidas y ahumadas, que suele ser lo habitual.
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Después, pica finita la cebolleta y corta también los pepinillos en trozos pequeños, del tamaño que te guste. A mí me mola que se noten un poco, así que no los hago demasiado pequeños, pero eso ya va al gusto. Pela los huevos cocidos y pícalos también, no hace falta que queden perfectos, solo que se repartan bien por la ensalada.
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Cuando las patatas ya estén templadas, las pelas y las cortas en trozos grandes. Lo importante es que no las cortes demasiado finas, que no se deshagan al mezclar. Las pones en un bol grande junto con las salchichas, la cebolleta, los pepinillos y el huevo picado.
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En un cuenco pequeño, mezcla la mayonesa con la mostaza a la antigua. No hace falta añadir sal al aliño porque las salchichas y los pepinillos ya aportan bastante sabor, pero si quieres puedes probarlo y ajustar un poco al gusto. Echa esa mezcla sobre los ingredientes del bol y remueve con cuidado, mejor con una espátula o cuchara de madera, para no romper demasiado las patatas.
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Una vez bien mezclado todo, tápalo con film y mételo en la nevera al menos una hora antes de servir. Así se asientan bien los sabores y está mucho más rica. Eso sí, si puedes sacarla unos 15 minutillos antes de comerla, mejor, para que no esté tan fría del todo.
Consejos para hacer una ensalada de patata alemana perfecta
- Usa patatas que sean buenas para cocer, de las que quedan firmes pero no duras. Las harinosas tienden a romperse demasiado al mezclar.
- No cortes las patatas cuando están muy calientes, pero tampoco esperes a que se enfríen del todo. Cuando están templadas, absorben mejor el sabor del aliño.
- Si las salchichas tipo Frankfurt no están muy sabrosas, puedes pasarlas un minuto por la sartén sin aceite, solo para que cojan un poco de calor y sabor ahumado.
- No te pases removiendo. Mezcla con cuidado, sobre todo si has cortado las patatas en trozos grandes, para que no se te quede como un puré.
- El aliño con mayonesa y mostaza lo puedes ajustar un poco al gusto. Si te gusta más suave, pon menos mostaza; si te gusta con más chispa, añade un poco más.
- Déjala reposar en la nevera al menos una hora, pero mejor aún dos. Gana sabor y textura.
- Aunque la sirvas fría, sácala un rato antes de la nevera, para que no esté tan tiesa. Con 15-20 minutos fuera suele valer.
Cómo acompañar la ensalada alemana
La verdad es que esta ensalada de patata alemana pega con casi todo, pero donde brilla de verdad es en comidas tipo barbacoa o mesa de picoteo. Por ejemplo, con unas salchichas a la plancha o a la parrilla va genial, sobre todo si son bratwurst o tipo Nürnberger, esas que tienen más sabor y un toque especiado.
También queda de lujo con carnes asadas o al horno. Unos muslos de pollo al ajillo, unas costillas al horno, incluso unas albóndigas caseras… le pongas lo que le pongas, queda como un acompañamiento de 10.
Si te apetece tirar por lo fácil, ponla al lado de un filete empanado, con un poco de limón exprimido encima. Y si vas más a lo ligero, puedes servirla como primer plato con unas hojas de lechuga o rúcula al lado y ya tienes una comida más completa.
Ah, y una cosa que no falla nunca: un buen pan para acompañar. De esos con corteza crujiente. Porque aunque no lleve salsa como tal, la mayonesa y la mostaza siempre dejan algo en el fondo que da gusto mojar.
Bueno, pues ya tienes la ensalada alemana lista para probarla en casa. Es de esas recetas que no fallan: fácil, resultona y con ese punto distinto que la hace especial sin complicarte la vida. Si te gusta, guárdala bien, porque seguro que la vas a repetir más de una vez.
Si te gustan las ensaladas de patata, no puedes dejar de probar la ensalada campera, una receta típica del verano en España con patata cocida, atún, huevo duro y pimientos que suele servirse bien fresquita, la ensaladilla rusa, que mezcla patata con mayonesa, guisantes, zanahoria y, en muchas casas, también atún o huevo, y la ensaladilla de gambas, una versión un poco más festiva que lleva gambas cocidas y a veces un toque de lechuga o surimi, perfecta para celebraciones o tapas.
