La ensalada campera es uno de esos platos que, aunque pase el tiempo, nunca falla. Vamos, que da igual cuántas modas vengan con quinoa, kale o nombres raros… al final, cuando llega el calor, todos acabamos volviendo a lo de siempre. Y lo de siempre, en mi casa, era encontrarte ese bol de ensalada campera. Mi abuela la hacía casi cada semana en verano, y la verdad, no sé si era por los ingredientes o por cómo la preparaba, pero no sobraba nunca.
A ver, si te digo la verdad, no tiene ningún misterio: patata, huevo, atún, pimiento… Lo típico, ¿verdad? Pero es que el truco no está en los ingredientes (que son los de toda la vida), sino en cómo los juntas, cómo aliñas y, sobre todo, en dejar que repose bien para que coja sabor. Porque no sé tú, pero yo la preparo hoy tal cual la hacía mi abuela, con ese toque suyo que no fallaba nunca. Y oye, cada vez que la hago, en casa no dejan ni las migas.
Así que si estás buscando la receta auténtica, la que sabe a verano, a campo, a comida de tupper en la piscina… quédate, que te voy a contar cómo se hace la ensalada campera de verdad, sin inventos raros. Solo lo básico, lo rico y lo que funciona.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de ensalada campera tradicional
Ingredientes
- 4 patatas medianas
- 3 huevos
- 1 cebolleta fresca
- 1 pimiento verde italiano
- 1 pimiento rojo
- 3 tomates
- 2 latas de atún en aceite de oliva (160 g)
- Un puñado de aceitunas verdes sin hueso
Para la ensalada
- Aceite de oliva virgen extra (que sea bueno, que se nota)
- Vinagre de vino blanco o de Jerez (al gusto)
- Sal
- Opcional: un poquito de pimienta negra recién molida
Para el aliño
Cómo hacer la ensalada campera clásica
-
Pon las patatas enteras y con piel en una olla con agua fría y un puñado de sal. Llévalas a ebullición y déjalas cocer unos 25-30 minutos, según el tamaño. Puedes pincharlas con un cuchillo fino o una brocheta: si entra sin resistencia, están listas.
-
Aparte, cuece los huevos durante 10 minutos desde que el agua empiece a hervir. Luego los pasas por agua fría y los reservas.
-
Cuando las patatas estén cocidas, déjalas templar un poco y pélalas aún tibias (es más fácil). Después, las cortas en trozos no muy grandes.
-
Mientras se enfrían un poco las patatas, pica la cebolleta, el pimiento verde y el rojo en juliana fina.
-
Trocea los tomates.
-
Yo preparo la ensalada campera en una fuente poniendo los ingredientes por capas porque queda más vistoso, pero vamos que si es para el día a día puedes mezclar todo en un bol. Distribuye en la fuente las patatas troceadas, luego los tomates, a continuación la cebolleta y los pimientos.
-
Añade los huevos cocidos cortados en gajos y el atún desmenuzado.
-
El aliño, aunque parezca lo más simple, es clave. Yo suelo poner 3 partes de aceite por 1 de vinagre, una pizca generosa de sal y a veces algo de pimienta. Pero lo mejor es que lo hagas a tu gusto. Ponlo en un frasco con tapa y agita bien para que emulsione.
-
Distribuye el aliño sobre la ensalada y lleva a la mesa. Antes de servir, mezcla con cuidado para no romper las patatas.
Consejos para que la ensalada campera te quede como la de la abuela
Porque sí, la receta es sencilla, pero si quieres que te quede de verdad buena —de esas que te hacen repetir plato sin pensarlo—, hay unas cuantas cosas que conviene tener en cuenta.
- Usa patatas que no se deshagan: Parece una tontería, pero no todas las patatas valen. Lo ideal es usar patatas nuevas o de carne firme, que aguantan bien la cocción y no se convierten en puré al mezclar. Las viejas, esas que se usan para hacer puré, aquí no funcionan tan bien.
- No cortes las patatas muy pequeñas: Esto es de esas cosas que no siempre se dicen, pero cambia mucho. Si cortas los trozos muy pequeños, al mezclar se van a romper y te va a quedar una especie de mazacote. Mejor cortar en dados medianos, que se noten al morder pero sin ser incómodos.
- Aliña cuando aún esté templada: no esperes a que esté fría del todo para aliñar. Cuando las patatas están templadas, absorben mejor el sabor del aceite y el vinagre. No se trata de mezclarlo en caliente, pero sí antes de que se enfríe del todo. Hazme caso en esto, notarás la diferencia.
- El toque personal: Esto ya es cosa de cada uno, pero hay gente que le pone un poco de perejil fresco picado por encima. Si te apetece darle tu toque, puedes probar con una vinagreta con un toque de mostaza o limón.
Cómo acompañar la ensalada campera
La ensalada campera es tan apañada que casi se defiende sola como plato único, sobre todo en esos días de calor en los que no te apetece encender ni el microondas. Pero si quieres completarla un poco más, hay varias formas de hacerlo sin complicarte la vida.
Por ejemplo, a mí me encanta acompañarla con una buena tortilla de verduras. Otro clásico que no falla es un gazpacho o un salmorejo y un poco de pan rústico, de ese con corteza crujiente, para rebañar bien el aceite del fondo. Es que ese aceite mezclado con el atún y la yema del huevo es gloria pura.
También puedes ponerla como guarnición si haces carne a la plancha, filetes empanados o incluso pescado. Unos boquerones fritos al lado y tienes una comida de verano que te hace la ola.
En casa, cuando éramos muchos en la mesa, lo típico era ponerla en el centro, en una fuente grande, y que cada uno se sirviera. Y oye, siempre se acababa antes de que llegara el segundo. Tiene algo que engancha, y además es que entra sola.
Bueno, pues ya lo tienes. Esta es la ensalada campera de toda la vida, tal como la hacía mi abuela, sin florituras, pero con todo el sabor del verano de antes. Es uno de esos platos que no necesitan presentación, y que, si los haces bien, se quedan contigo para siempre.
Así que ya sabes, la próxima vez que no sepas qué preparar y quieras algo fresco, sencillo y que guste a todo el mundo, acuérdate de esta receta. Pocas cosas hay más agradecidas que una buena ensalada campera.
Si te gustan las ensaladas fresquitas y completas, no puedes dejar de probar la receta de ensalada de pasta, ideal para llevar en táper y preparar con mil combinaciones distintas. La ensalada de atún es otra opción rápida y saciante, con ese toque salado que le da el atún en conserva que siempre tienes por casa. También tienes la ensalada de garbanzos, perfecta si buscas algo más contundente pero sin renunciar a lo saludable, y que además se prepara en un momento. Y cómo no, la ensalada de arroz, un clásico veraniego muy versátil que admite desde verduras a encurtidos, y que siempre entra bien.