Entre las prisas del cole, el desayuno a medio terminar y el “¡mamááá no encuentro los zapatos!”, a ver quién es la valiente que se pone a hornear por la mañana. Por eso suelo preparar una buena tanda de magdalenas caseras el domingo, y así tengo solucionados los desayunos de toda la semana. Las congelo en bolsitas de dos o tres, y por la noche solo tengo que sacarlas del congelador. Al día siguiente están perfectas, como recién hechas, y me ahorro tirar de bollería industrial.
No sé si a ti también te pasa, pero cuando ves lo fácil que es hacerlas y lo ricas que quedan, te preguntas por qué no lo habías hecho antes. Además, puedes controlar lo que llevan: ni aditivos raros, ni conservantes, ni cosas que no sabes pronunciar. Solo ingredientes de toda la vida, los de tu cocina de siempre.
Y no te pienses que es un lío. En media hora las tienes listas, y aguantan varios días si las guardas bien. Aunque, bueno, te digo la verdad: en mi casa si no las congelo no suelen durar más de dos desayunos. Entre el café, el vaso de leche y esas magdalenas caseras esponjosas que desaparecen casi sin darte cuenta… no sobra ni una.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de magdalenas caseras
Ingredientes
- 3 huevos tamaño L
- 200 g de azúcar
- 200 ml de aceite de girasol
- 250 ml de leche entera
- 350 g de harina de trigo
- 1 sobre de levadura química (16 g)
- Ralladura de 1 limón
- 1 pizca de sal
Cómo hacer magdalenas caseras esponjosas
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                        Primero, casca los huevos en un bol grande y añade el azúcar. Bate con varillas, ya sea manuales o eléctricas, durante unos minutos, hasta que la mezcla coja un color más claro y se vuelva un poco espumosa. 
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                        Añade el aceite poco a poco mientras sigues batiendo, y después la leche y la ralladura de limón. Remueve todo hasta que quede una mezcla homogénea. 
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                          Tamiza la harina junto con la levadura y la pizca de sal, y ve incorporándola poco a poco a la mezcla líquida. Lo ideal es hacerlo en dos o tres tandas, removiendo con una espátula o con las varillas a baja velocidad, lo justo para que no queden grumos. 
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                        Una vez tengas la masa lista, tápala con film o un paño limpio y métela en la nevera al menos 30 minutos. Si puedes dejarla una hora, mejor. Este paso ayuda a que luego suban más en el horno. Es un detalle fácil que marca la diferencia. 
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                        Mientras tanto, precalienta el horno a 220 ºC, calor arriba y abajo, sin ventilador. Prepara una bandeja para magdalenas con cápsulas de papel. 
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                          Saca la masa de la nevera, remueve un poco con cuidado, y reparte en las cápsulas llenando solo hasta 3/4 partes. 
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                          Mete la bandeja en el horno y baja la temperatura a 200 ºC. Hornea entre 15 y 18 minutos, dependiendo del tamaño y de tu horno. No abras la puerta durante ese tiempo. Cuando veas que han subido y están doradas, pincha una con un palillo y si sale limpio, están listas. 
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                          Sácalas y deja que se enfríen sobre una rejilla. No te preocupes si al principio están un poco blandas por arriba, al enfriar cogen su textura perfecta. 
Consejos para hacer magdalenas caseras
- No te saltes el reposo en la nevera. Aunque tengas prisa, esos 30 minutos (o más) ayudan a que suban mejor y queden más esponjosas.
- No llenes las cápsulas hasta arriba. Con ¾ de capacidad es suficiente, así no se desbordan y mantienen el copete.
- Usa un molde rígido para sujetar las cápsulas de papel. Evita que se abran hacia los lados y las magdalenas suben más verticales.
- Azúcar por encima. Si te gusta, les da ese toque crujiente tan típico de las magdalenas de toda la vida.
- Cuidado con abrir el horno. Si lo haces antes de tiempo, se bajan. Espera al menos 15 minutos antes de asomarte.
- No batas en exceso al añadir la harina. Solo lo justo para mezclar, si no, salen densas y apelmazadas.
- Congélalas sin miedo. Se conservan genial. Cuando se enfríen del todo, mételas en bolsitas y al congelador. Por la noche las sacas y por la mañana están como recién hechas.
Cómo acompañar las magdalenas caseras
A ver, lo más habitual es tomarlas con un café con leche bien caliente. De hecho, es como más me gustan a mí, mojándolas un poco, que se empapen pero sin deshacerse. Pero si en casa hay peques, ya sabes que la combinación ganadora es un vaso de leche o un cacao calentito. No falla. Ah, y te sugiero sorprenderles de vez en cuando con magdalenas de colores, el único truco es usar un poco de colorante y les encantarán.
También puedes usarlas como base para un desayuno más completo. Por ejemplo, con un yogur natural y algo de fruta al lado. No es que sea lo más “fitness” del mundo, pero es casero y mucho más equilibrado que cualquier bollería industrial.
Y si algún día se te quedan un pelín secas (porque pasa, sobre todo si las dejas muchos días fuera), no las tires. Puedes hacer con ellas un postre rápido tipo pudín de pan, o cortarlas en rodajas y pasarlas por la sartén con un poco de mantequilla. Quedan como una especie de tostadas dulces que están de vicio.
Bueno, pues ya tienes todo lo que necesitas para hacer unas magdalenas caseras de las de siempre, sin complicarte la vida y sabiendo exactamente lo que estás dando en casa. Yo las hago casi por rutina, y ya es raro que falten en el desayuno o para la merienda. Así que si te animas a probar, ya me contarás qué tal te salen. Eso sí, haz de más, que vuelan.
Si buscas otras recetas caseras para el desayuno y la merienda, no puedes dejar de probar la receta de croissants caseros, perfectos para un desayuno especial. La receta de churros es otro clásico que no falla, ideales para mojar en chocolate.
Si te gustan las texturas suaves y esponjosas, las tortitas americanas son la opción perfecta para llenar la mesa de sabor y dulzura. Para algo más tradicional y con un toque diferente, los fartons valencianos te sorprenderán con su suavidad y su acompañamiento típico con horchata. Y si quieres viajar a Mallorca sin salir de casa, la ensaimada mallorquina es ese dulce ligero y enrollado que conquista a cualquiera con su delicado sabor.
 
				 
															






 
															 
															