A veces es difícil encontrar un regalo original para el Día del Padre, sobre todo si queremos algo que podamos hacer junto con los niños para homenajear a papá. Además de las tarjetas del Día del Padre,  os queremos ofrecer ideas para preparar otro tipo de regalos, como esta galleta en forma de corbata para papá que os enseñaremos a hacer hoy.

Se trata de una galleta casera normal de las que tantas veces hemos hecho, pero es una corbata ¡de tamaño natural! Puede ser un bonito regalo para despertar a papá con un desayuno especial, y compartirla entre todos.

¿Queréis saber cómo se hace?

Ingredientes

  • Vuestra masa de galletas preferida, por ejemplo la de estas galletas caseras que nos ofrece Pequerecetas.
  • Glasé real (si queréis saber cómo se hace seguid la receta de Pequerecetas)
  • Plantilla para cortar la corbata (descargad aquí)
  • Papel de horno
  • Colorantes alimentarios de los colores deseados
  • Mangas de pastelero y boquillas de boca pequeña

Cómo hacer una galleta en forma de corbata

Lo primero que haremos es descargar y recortar la plantilla de la corbata. Está dividida en dos partes, debemos montarla, uniéndola con un poco de celo por detrás.

Ahora preparamos la masa siguiendo la receta, y la estiramos con el rodillo directamente sobre el papel de horno, hasta obtener un espesor de aprox. 5 mm. Ponemos encima la plantilla, y con un cuchillo bien afilado, cortamos la corbata.

Llevamos al horno por el tiempo indicado en la receta. Debemos quitarlas del horno apenas los bordes comienzan a ponerse dorados.

Dejamos enfriar bien, y mientras tanto preparamos el glaseado siguiendo la receta. Lo separamos en partes y coloreamos de los colores deseados. El glaseado que usaremos para los bordes debe ser más consistente del que usaremos para rellenar; debemos poder dibujar con él sin que la línea pierda la forma. Cuando tenemos todos los colores listos, comenzamos a decorar la corbata. Podemos preparar un cartoncito que nos sirva de guía para hacer las rayas diagonales, y mantener siempre la misma distancia.

Contorneamos con el glasé cada zona de color diferente. Si queréis ver el paso a paso con imágenes podéis hacerlo aquí.

Cuando los bordes se hayan secado un poco, vamos rellenando con el glasé más fluído los espacios, usando una manga con la boquilla más gruesa. Mientras el glasé todavía está fresco, hacemos la línea decorativa del centro, para que se integre al glaseado.

Cuando el glaseado esté seco, podemos remarcar algunos detalles.

Qué bonita ¿verdad? Si hasta da pena comerla. Podemos preparar una caja de cartón a medida, como las cajas de las corbatas de verdad, para envolver nuestra galleta en forma de corbata y que quede aún más bonita. ¿Qué os parece?

Vía: She Knows