El batido de fresa es la merienda que más repito en casa, sobre todo cuando empieza el buen tiempo. Mis hijos lo piden casi a diario, y yo encantada, porque se hace en un momento y siempre queda bien. Si tengo fresas frescas y leche fría, ya está todo hecho.
Recuerdo que la primera vez que les preparé este batido de fresa fue porque no sabía qué darles una tarde en la que ya estaban aburridos de todo. Tenía un bol de fresas que se estaban poniendo feas, y pensé: “A ver si cuela esto como merienda”. Pues no solo coló, es que desde entonces se ha convertido en una especie de ritual.
A veces parece que las recetas más simples son las que más triunfan. Este batido no tiene misterio: fresas, leche y un poco de azúcar. Nada más. Pero el sabor les encanta, y a mí me salva más de una tarde. Además, se hace tan rápido que casi no da tiempo ni a que protesten.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de batido de fresa casero
Ingredientes
- 250 g de fresas
- 500 ml de leche entera
- 2 cucharadas de azúcar
Cómo hacer batido de fresas
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Lo primero es lavar bien las fresas. Quita las hojas y, si alguna está un poco pasada, mejor deséchala. Luego córtalas por la mitad para que sea más fácil triturarlas después.
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Pon las fresas en el vaso de la batidora, añade la leche y el azúcar. Si la leche está fría de la nevera, mejor, así el batido se sirve directamente sin necesidad de enfriar después.
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Tritura todo junto durante uno o dos minutos, hasta que veas que no quedan trozos grandes y el batido tiene una textura uniforme. Si quieres que quede más fino, puedes colarlo, pero no es necesario.
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Una vez listo, sírvelo en vasos y tómalo al momento. Si lo dejas mucho rato en la nevera puede separarse un poco, así que mejor recién hecho.
Consejos para que el batido de fresa quede perfecto
- Usa fresas maduras, pero que no estén pasadas. Cuanto más dulces estén, menos azúcar vas a necesitar.
- La leche entera le da más cuerpo, aunque puedes usar semidesnatada si es la que tienes en casa.
- Si quieres que quede bien frío, puedes meter las fresas un rato en el congelador antes de batirlas.
- Si te gusta más cremoso, prueba a batirlo un poco más de tiempo, pero sin pasarte, que no se caliente.
- No lo prepares con demasiada antelación. Está mucho más rico recién hecho.
- Para ajustar el dulzor, prueba antes de servir. A veces con una sola cucharada de azúcar es suficiente, según las fresas.
- Si prefieres hacerlo sin azúcar, puedes usar un dátil sin hueso, una pizca de stevia o simplemente no añadir nada si la fruta ya está dulce.
- Para una versión vegana, cambia la leche por bebida vegetal. La de avena o la de almendra van genial con el sabor de la fresa.
Cómo acompañar el batido de fresa
Una de las cosas buenas de este batido es que combina con casi cualquier cosa que tengas por casa. Si lo preparas para la merienda, unas tostadas con mantequilla y mermelada son una apuesta segura.
Otra opción muy fácil es servirlo junto a unas galletas caseras o bizcocho. Cuando invitamos amigos a jugar, con un trozo de bizcocho de yogur y un vaso de batido de fresa tenemos la merienda resuelta.
Puedes ponerles también un bocadillo pequeño de pan con queso suave o incluso un poco de fruta cortada.
Bueno, pues ya ves que no tiene ningún misterio. El batido de fresa de toda la vida, el de tres ingredientes y sin complicaciones, sigue siendo una de esas cosas que siempre apetece. Y si encima lo haces con fresas buenas y leche fría, el resultado es casi infalible.
Espero que te sirva como recurso fácil para las meriendas en casa. A veces no hace falta complicarse mucho para preparar algo rico. Si lo pruebas, ya me dirás qué tal. ¡Nos leemos pronto!
Si te gustan las recetas con fresas, no puedes dejar de probar la tarta de fresa sin horno, una receta fácil y refrescante que no necesita complicaciones ni tiempo de horno, perfecta para días calurosos o cuando tienes prisa. La receta de fresas rellenas con queso es una opción rápida y original para sorprender en una merienda o como aperitivo, combinando el dulzor de la fresa con un toque cremoso y salado. Y si te apetece algo más dulce y clásico, las fresas con chocolate son un acierto seguro, una combinación sencilla pero irresistible que siempre funciona para cualquier ocasión.
