Si hay un plato que grita verano en Córdoba, ese es el salmorejo cordobés. Esta crema fría y espesa, con ese color anaranjado tan reconocible, no solo refresca: te devuelve el alma al cuerpo. Es uno de esos sabores que, si lo pruebas bien hecho, no se te olvidan. Y no, no tiene nada que ver con el gazpacho. Aquí no hay pepino ni pimiento; el salmorejo va a lo esencial y apuesta por una textura aterciopelada que lo hace inconfundible.
Aunque los ingredientes son pocos, hay secretos que marcan la diferencia. El pan no puede ser cualquiera, el ajo mejor si es fresco y potente, y el aceite de oliva… si es virgen extra de la tierra, mejor que mejor. Son detalles, sí, pero juntos elevan el plato.
Si alguna vez te has preguntado cómo conseguir un salmorejo digno de una terraza cordobesa al atardecer, sigue leyendo. Te cuento cómo prepararlo en casa, con ese punto exacto que hace que mojar pan sea casi obligatorio.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de salmorejo cordobés tradicional
Ingredientes
- 1 kg de tomates maduros (mejor si son pera o rama)
- 200 g de pan (preferiblemente pan de telera cordobesa o pan de miga densa del día anterior)
- 150 ml de aceite de oliva virgen extra (elige uno suave, como un arbequina o un hojiblanca)
- 1 diente de ajo
- sal al gusto
- Huevo duro picado
- Jamón serrano en taquitos o lonchas finas
Para acompañar
Cómo hacer salmorejo cordobés fácil
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Vamos a comenzar escaldando los tomates para quitarles la piel:
Pon un cazo con agua a hervir. Haz un corte en forma de cruz en la base de cada tomate. Sumérgelos en el agua hirviendo durante 30 segundos. Sácalos y pásalos rápidamente a un bol con agua fría o con hielo.
La piel se desprenderá fácilmente; pélalos y córtalos en trozos. -
Tritura los tomates con la batidora hasta obtener un puré fino. Como ya están pelados, no es necesario pasarlos por un colador, pero si quieres un acabado aún más fino, puedes hacerlo.
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Añade el pan troceado y dejar que se empape con el tomate unos 10 minutos.
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Incorpora el ajo y la sal, y triturar bien hasta que quede una crema homogénea.
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Agrega el aceite en hilo y batir sin parar para conseguir la textura cremosa y emulsionada característica del salmorejo.
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Prueba y ajusta la sal si es necesario. Deja en la nevera al menos una hora antes de servir.
Y ya está, así de fácil. Ahora vamos con los trucos para que quede realmente espectacular.
Cómo hacer salmorejo cordobés perfecto
Aquí es donde entran los detalles que marcan la diferencia. Porque sí, cualquiera puede hacer un salmorejo, pero que te quede con la textura y el sabor ideal… eso ya es otra historia.
- El pan es lo que le da cuerpo al salmorejo, así que no vale cualquiera. El pan de telera cordobesa es el más tradicional, pero si no lo encuentras, usa un pan blanco con mucha miga y poca corteza. Evita el pan de barra crujiente, porque su miga es demasiado ligera y no aporta la textura cremosa que buscamos.
- Si añades el aceite al principio, el salmorejo quedará más anaranjado y menos cremoso. El truco está en incorporarlo al final, en hilo y batiendo sin parar. Así se emulsiona bien y queda con ese color intenso y textura densa y brillante.
- El ajo es esencial, pero cuidado: si te pasas, puede dominar todo el sabor. Con un diente de ajo pequeño es suficiente, pero si prefieres un toque más suave, quítale el germen antes de añadirlo.
Consejos para servir y acompañar el salmorejo cordobés
Un buen salmorejo no se sirve solo, sino con sus acompañamientos clásicos. Aquí van algunas ideas:
- Huevo duro picado: le da un toque cremoso y más cuerpo al plato.
- Jamón serrano: el contraste del salado del jamón con el dulzor del tomate es una maravilla.
- Un chorrito de aceite de oliva justo antes de servir, para potenciar su sabor.
Si quieres salirte de lo típico, puedes probar con:
- Trozos de mojama en lugar de jamón.
- Atún en conserva para una versión más marinera.
- Picatostes crujientes si te gusta un extra de textura.
Ah, y aunque se suele servir frío, no lo metas en el congelador para enfriarlo rápido, porque pierde textura. Mejor prepáralo con tiempo y déjalo reposar en la nevera.
Bueno, ya tienes todos los trucos para hacer un salmorejo cordobés auténtico. Ahora dime, ¿lo has probado así alguna vez o eres más de gazpacho?
Si te gustan las recetas frescas y rápidas para el verano, no puedes dejar de probar las ensaladas de pasta, una opción versátil que puedes preparar con varios ingredientes. La ensalada de atún es un clásico, y las ensaladas de garbanzos son perfectas si buscas una opción más nutritiva. Y si prefieres algo aún más refrescante, la ensalada de arroz es ideal, con ingredientes como maíz, guisantes y jamón cocido, perfecta para llevar a la playa o al trabajo. ¡Todas son fáciles de hacer y deliciosas!
