Los crepes salados son de esas cosas que, una vez les coges el truco, se convierten en tu as bajo la manga en la cocina. Porque, vamos a ver, ¿quién no ha tenido un día de “no sé qué hacer para cenar” y ha acabado tirando de lo que tenía en la nevera? Pues con una masa de crepes lista, el problema está resuelto.
A mí me pasa mucho: llego tarde, los niños ya están hambrientos y yo pensando “madre mía, ¿qué improviso ahora?”. Y ahí es cuando saco la sartén, preparo cuatro crepes y les pongo cualquier relleno que pille: desde un poco de pollo sobrante hasta verduras salteadas o queso que se derrite en segundos. Lo típico, ¿verdad?
Lo bueno es que la misma masa te sirve para mil combinaciones. Puedes hacerla más ligera para rellenos frescos o un pelín más gruesa si quieres algo contundente. Y no necesitas ingredientes raros ni horas de preparación: en 15 minutos tienes una torre lista para rellenar. Así que primero te voy a contar la base de todo: la masa básica para crepes salados. Y de ahí pasamos a mis 10 crepes salados rellenos preferidos, los que hago siempre según lo que pille en la nevera.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
- Masa básica para crepes salados
- Cómo hacer crepes salados
- Crepes salados rellenos de champiñones
- Galette Bretonne
- Canelones de crepes rellenos de carne
- Crepes salados rellenos de langostinos a la crema
- Crepes salados con queso
- Crepes de espinacas con salmón ahumado
- Rollitos de crepes con queso y salmón
- Crepes de pollo y champiñones
- Crepes salados de espinacas con pollo
- Crepes de espárragos con jamón
Masa básica para crepes salados
Ingredientes
- 250 g de harina de trigo
- 500 ml de leche entera
- 3 huevos L
- 1 cucharada de mantequilla derretida
- 1 pizca de sal
- aceite o mantequilla para engrasar la sartén
Cómo hacer crepes salados
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En un bol (o en la jarra de la licuadora) ponemos los huevos, la pizca de sal y la harina y mezclamos bien. Vamos incorporando la leche poco a poco batiendo siempre con unas varillas manuales o con la batidora de varillas, hasta obtener un líquido denso. Añadimos la mantequilla fundida. Si nos han quedado grumos pasamos por un chino.
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Calienta una sartén antiadherente a fuego medio y engrásala con unas gotas de aceite o un poco de mantequilla. Vierte un cucharón de masa y gira la sartén para que cubra toda la superficie. Cocina unos 1-2 minutos por un lado, dale la vuelta con cuidado y deja otro minuto por el otro lado.
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Ve apilando los crepes en un plato, tapados con un paño para que no se sequen, hasta que tengas todos listos. Y ya está: una base perfecta para rellenar con lo que más te guste.
Crepes salados rellenos de champiñones
Si te gusta ese toque suave pero con carácter en los rellenos, estos crepes salados de champiñones te van a encantar. Yo suelo hacerlos cuando tengo invitados y no quiero pasarme toda la tarde en la cocina. Además, es una receta que se puede dejar medio preparada y montarla en el último momento, que siempre viene bien.
Ingredientes
5 champiñones grandes; ½ cebolla; 2 cucharadas de mantequilla; 2 cucharadas de harina; 1 vaso de leche; 1 cucharada de aceite; sal; pimienta; nuez moscada
Preparación
Pica la cebolla y los champiñones en trocitos pequeños. En una sartén, calienta la cucharada de aceite y sofríe la cebolla a fuego lento hasta que esté transparente. Añade los champiñones y deja que se cocinen unos minutos, removiendo de vez en cuando para que no se peguen.
En otro cazo, derrite la mantequilla y añade la harina. Remueve bien durante un par de minutos para que la harina pierda ese sabor a crudo. Incorpora la leche poco a poco, sin dejar de mover, hasta que la mezcla espese. Salpimienta, añade la nuez moscada y, por último, mezcla los champiñones y la cebolla con la bechamel.
Rellena cada crepe con una buena cucharada de esta mezcla, dóblalos o enróllalos como prefieras y sirve bien caliente. Si quieres darles un punto extra, mételos un par de minutos al horno para que cojan un toque dorado por fuera.
Galette Bretonne
La Galette Bretonne es como la prima francesa del crepe, pero hecha con harina de trigo sarraceno, lo que le da ese color más oscurito y un sabor distinto, más rústico. Es típica de Bretaña y, aunque allí la rellenan de mil maneras, la versión clásica lleva jamón, queso y huevo. A mí me encanta porque es rápida, queda muy vistosa y en 10 minutos la estás poniendo en la mesa. Y ojo que cuando no tengo harina de trigo sarraceno los hago con harina de trigo normal y también van muy bien.
Ingredientes
250 g de harina de trigo sarraceno; 500 ml de agua fría; 1 huevo; 1 pizca de sal; aceite para engrasar; lonchas de jamón cocido; queso rallado o en lonchas; huevos frescos
Preparación
En un bol, mezcla la harina de trigo sarraceno con el agua fría, la pizca de sal y el huevo. Bate bien hasta obtener una masa homogénea. Déjala reposar en la nevera unos 30 minutos para que coja cuerpo.
Calienta una sartén antiadherente, engrásala con unas gotas de aceite y vierte un cucharón de masa, extendiéndola por toda la superficie. Cocina a fuego medio un par de minutos y dale la vuelta con cuidado.
Pon en el centro de la galette una loncha de jamón, un puñado de queso y un huevo. Dobla los bordes hacia dentro dejando el centro visible (como un cuadrado abierto) y cocina hasta que la clara esté cuajada pero la yema siga líquida. Sirve enseguida, porque es de esas cosas que hay que comer calientes.
Canelones de crepes rellenos de carne
Esta receta es de las que engañan: parece que te has pasado media tarde en la cocina, pero en realidad es bastante sencilla. En vez de usar la típica pasta para canelones, aquí tiramos de crepes, que se enrollan mejor, son más ligeros y además evitan que tengas que hervir láminas y enfriarlas. Vamos, un ahorro de tiempo que se agradece.
Ingredientes
8 crepes salados ya preparados; 400 g de carne picada (mitad ternera, mitad cerdo); 1 cebolla; 1 zanahoria; 2 cucharadas de aceite de oliva; 100 ml de vino blanco; 200 ml de nata para cocinar; 150 g de queso rallado; sal; pimienta; orégano
Preparación
Pica la cebolla y la zanahoria en trozos muy pequeños. En una sartén grande, calienta el aceite y sofríe las verduras a fuego medio hasta que estén blanditas. Añade la carne picada y cocina removiendo para que no se apelmace. Sube un poco el fuego, vierte el vino blanco y deja que se evapore. Salpimienta y pon un poco de orégano para darle aroma.
Retira del fuego y deja templar. Añade la nata y mezcla bien. Coloca una porción de este relleno en cada crepe, enrolla y ve colocando en una fuente para horno engrasada. Espolvorea con el queso rallado y gratina a 200 ºC durante unos 10 minutos o hasta que el queso esté fundido y dorado.
Sírvelos calentitos, que así el queso queda en su punto. Y si quieres dejarlo listo con antelación, solo tienes que gratinar en el último momento.
Crepes salados rellenos de langostinos a la crema
Estos crepes salados de langostinos son de esas recetas que guardo para cuando quiero quedar bien sin complicarme demasiado. El truco está en la salsa: cremosa, con un toque de vino y limón que combina perfecto con el sabor del marisco.
Ingredientes
200 g de langostinos frescos, pelados y limpios; 2 cucharadas de mantequilla; 1 cebolla pequeña muy picada; 2 dientes de ajo picados; ½ taza de vino blanco seco; 1 taza de crema de leche; jugo de 1 limón; sal; pimienta; perejil fresco picado; crepes salados ya preparados
Preparación
En una sartén amplia, derrite la mantequilla a fuego medio y añade la cebolla y el ajo. Sofríe unos 2-3 minutos hasta que estén blanditos y suelten aroma. Incorpora los langostinos y cocina 4-5 minutos, lo justo para que cambien de color. Sácalos y resérvalos.
En la misma sartén, vierte el vino y deja que se reduzca a la mitad. Baja el fuego, añade la crema de leche y remueve hasta que espese ligeramente. Devuelve los langostinos a la sartén, mezcla bien y exprime el jugo de limón por encima. Ajusta de sal y pimienta.
Rellena cada crepe con esta mezcla cremosa, enróllalos y decora con un poco de perejil fresco. Si quieres un extra, puedes darles un golpe de horno para que cojan calor antes de servir.
Crepes salados con queso
Esta receta viene de la zona del Valle de Aosta, en Italia, donde el queso es prácticamente religión. Allí usan fontina, que es un queso suave pero muy fundente, aunque si no lo encuentras puedes usar uno que se derrita bien, como gouda o emmental. El resultado son crepes que parecen sacados de una trattoria de montaña.
Ingredientes
8 crepes salados ya preparados; 300 g de queso fontina o similar; 200 ml de nata líquida para cocinar; 50 g de mantequilla; 50 g de queso parmesano rallado; sal; pimienta negra molida
Preparación
Corta el queso fontina en lonchas finas. Coloca un par de lonchas en el centro de cada crepe y enróllalos o dóblalos en forma de pañuelo.
En un cazo, calienta la nata con la mantequilla a fuego medio hasta que se derrita. Añade el parmesano rallado y remueve hasta que la salsa quede suave y homogénea. Salpimienta al gusto.
Coloca los crepes rellenos en una fuente para horno, cúbrelos con la salsa y gratina a 200 ºC durante unos 8-10 minutos, hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.
Son contundentes, así que con una ensalada fresca al lado tienes una comida completa y sin mucha complicación.
Crepes de espinacas con salmón ahumado
Estos crepes verdes no solo quedan preciosos en el plato, sino que además son una forma fácil de meter verduras en la receta sin que nadie proteste (los míos en casa ni se enteran, y eso que son expertos detectores de “cosas verdes”). El sabor de la espinaca combina genial con el salmón ahumado, así que es un acierto seguro.
Ingredientes
Para la masa: 200 g de harina de trigo; 300 ml de leche; 2 huevos; 50 g de espinacas frescas; 1 cucharada de mantequilla derretida; sal.
Para el relleno: 200 g de salmón ahumado en lonchas; 150 g de queso crema; eneldo fresco; pimienta negra.
Preparación
Empieza triturando las espinacas con la leche hasta que quede un batido verde sin trozos. Añade los huevos, la harina, la mantequilla derretida y la sal. Bate bien hasta que la masa quede fina.
Engrasa una sartén antiadherente y cocina los crepes como siempre: un minuto y medio por un lado, otro minuto por el otro. Ve apilándolos para que no se enfríen.
Para el relleno, unta cada crepe con queso crema, coloca unas lonchas de salmón y espolvorea con un poco de eneldo y pimienta. Enróllalos o dóblalos y sirve fríos o ligeramente templados.
Es una receta perfecta para cenas ligeras o para dejar preparada con antelación si tienes invitados.
Rollitos de crepes con queso y salmón
Estos rollitos son de esas cosas que preparas en cinco minutos y desaparecen en dos. Son ideales para aperitivos, fiestas o incluso como picoteo rápido para una cena informal. Además, admiten mil variaciones: puedes cambiar el salmón por jamón cocido, pavo o incluso verduras asadas.
Ingredientes
4 crepes salados ya preparados; 200 g de queso crema a las finas hierbas para untar; 200 g de salmón ahumado en lonchas; eneldo fresco (opcional).
Preparación
Extiende cada crepe sobre la encimera o una tabla. Unta una capa fina de queso crema por toda la superficie. Coloca las lonchas de salmón ahumado encima, intentando cubrir bien para que cada corte tenga un poco de salmón.
Enrolla el crepe con cuidado, apretando un poco para que quede firme. Envuelve en film transparente y deja reposar en la nevera unos 30 minutos para que coja forma.
Pasado el tiempo, corta en rodajas de unos 2 cm de grosor y, si quieres, pincha cada rodaja con una brocheta o palillo para que sea más fácil de servir. Espolvorea con eneldo fresco justo antes de ponerlos en la mesa.
Crepes de pollo y champiñones
Una de las combinaciones que, sinceramente, siempre funciona. El pollo le da cuerpo y los champiñones aportan ese toque suave y jugoso que hace que cada bocado sea una maravilla. Además, si te sobra pollo de otra comida, es una forma perfecta de aprovecharlo sin que parezca “comida de sobras”.
Ingredientes
8 crepes salados ya preparados; 300 g de pechuga de pollo; 200 g de champiñones; 1 cebolla pequeña; 200 ml de nata para cocinar; 2 cucharadas de aceite de oliva; sal; pimienta; perejil fresco picado.
Preparación
Limpia y corta los champiñones en láminas. Pica la cebolla muy fina y corta el pollo en tiras o dados pequeños.
En una sartén grande, calienta el aceite y sofríe la cebolla hasta que esté transparente. Añade el pollo y cocina a fuego medio-alto hasta que empiece a dorarse. Incorpora los champiñones y deja que suelten su agua y se cocinen bien.
Vierte la nata para cocinar, remueve y deja que espese ligeramente. Salpimienta al gusto y añade un poco de perejil picado para dar frescor.
Rellena cada crepe con esta mezcla, dóblalos o enróllalos y sírvelos calientes. Si quieres un plus, puedes gratinarlos con un poco de queso por encima.
Crepes salados de espinacas con pollo
Aquí combinamos dos rellenos que van de maravilla juntos: pollo y espinacas, ligados con una bechamel espesa que hace que todo se funda en un solo bocado cremoso. Es una receta que suelo preparar cuando quiero algo consistente pero sin llegar a ser pesado, y que, por cierto, se congela bastante bien si quieres hacer de más.
Ingredientes
8 crepes salados ya preparados; 3 cucharadas de harina; leche entera (aproximadamente 500 ml); 1 nuez de mantequilla; 200 g de espinacas frescas o congeladas; 100 g de pechuga de pollo; 50 g de queso parmesano rallado; aceite de oliva; 1 diente de ajo; sal; pimienta.
Preparación
En una sartén grande, calienta un poco de aceite con el diente de ajo picado. Añade las espinacas y saltéalas hasta que pierdan el agua. Reserva.
En un cazo, derrite la mantequilla, añade la harina y remueve un par de minutos. Ve incorporando la leche poco a poco mientras sigues moviendo, hasta obtener una bechamel espesa. Salpimienta y añade las espinacas salteadas junto con el parmesano rallado.
Cocina la pechuga de pollo a la plancha, córtala en trozos pequeños y mézclala con la bechamel de espinacas.
Rellena cada crepe con esta mezcla y dóblalos en forma de pañuelo. Si quieres, puedes darles un golpe de horno para que estén bien calientes y el queso se funda un poco más.
Crepes de espárragos con jamón
Esta es de esas recetas que parecen más un capricho que una comida, pero que en realidad se monta en un momento. Lo único que hacemos es tomar la clásica combinación de espárragos trigueros con jamón y envolverla en una crepe para darle un punto más especial. Es perfecta para una cena ligera o como entrante elegante.
Ingredientes
8 crepes salados ya preparados; 16 espárragos trigueros; 8 lonchas finas de jamón serrano; aceite de oliva; sal; pimienta negra.
Preparación
Limpia los espárragos cortando la parte más dura del tallo. Calienta una plancha o sartén grande con un chorrito de aceite y márcalos a fuego medio-alto durante 3-4 minutos, girándolos para que se hagan por todos lados. Salpimienta al gusto.
Coloca dos espárragos en el centro de cada crepe, envuélvelos con una loncha de jamón serrano y después enrolla la crepe para que todo quede bien cerrado.
Si quieres servirlos calientes, puedes darles un golpe rápido de horno o plancha, pero también están riquísimos templados.
Y ya ves, con una buena masa de crepes salados como base, se abre un mundo de combinaciones: desde los más sencillos con queso hasta los más festivos con langostinos o salmón ahumado. Lo bueno es que puedes jugar con lo que tengas a mano, cambiar rellenos, añadir salsas, o incluso aprovechar sobras y darles una segunda vida más apetecible.
En casa solemos hacerlos cuando nos apetece algo especial pero sin complicarnos demasiado. Y lo divertido es que cada uno monta sus crepes salados como quiere: unos con más queso, otros con extra de verduras… al final siempre hay para todos los gustos.
Así que, si tienes una sartén y 15 minutos libres, ya no tienes excusa para no animarte a preparar cualquiera de estas ideas. Seguro que alguna se convierte en tu favorita. Y oye, si pruebas alguna combinación nueva, ¡cuéntamela, que siempre viene bien ampliar el repertorio!
Si te gustan los crepes dulces, no puedes dejar de probar la receta de crepes de chocolate, con una masa suave y un intenso sabor a cacao que combina genial con frutas o nata y los crepes en forma de corazón, ideales para sorprender en desayunos o celebraciones especiales, con una presentación que enamora casi tanto como su sabor.
