Las manzanas asadas tienen algo especial, quizá porque huelen a hogar desde el primer minuto en que empiezan a hacerse en el horno. Es un postre simple, de los de toda la vida, que no necesita grandes trucos para conquistar a cualquiera. Solo fruta, un poco de azúcar, canela y paciencia, y ya tienes un clásico irresistible.
En mi casa siempre han sido un básico. Mi abuela solía prepararlas cada vez que íbamos a visitarla, y tenía la costumbre de servirlas con un poco de nata montada por encima. Te puedes imaginar la escena: todos alrededor de la mesa, esperando a que salieran de la cocina para lanzarnos a por ellas todavía templadas. Ese recuerdo es lo que hace que, cada vez que aso manzanas, me venga a la cabeza esa sensación de sobremesa familiar.
Lo bueno de esta receta es que la puedes tunear a tu gusto. ¿Te va lo clásico? Azúcar y canela. ¿Prefieres algo más goloso? Pues un chorrito de miel o un poco de vino dulce. Lo típico, ¿verdad?, que cada casa tiene su truco secreto. Y oye, además es un postre barato y saludable, así que poco más se le puede pedir a esta receta de manzanas asadas.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de manzanas asadas al horno
Ingredientes
- 4 manzanas reineta
- 4 cucharaditas de azúcar moreno
- 4 palos de canela
- 4 cucharaditas de mantequilla
- 1 chorrito de vino dulce (opcional)
Manzanas asadas
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Cómo hacer manzanas al horno
Lo primero es encender el horno y precalentarlo a 180 °C, calor arriba y abajo. Mientras tanto, lava bien las manzanas, sécalas con un paño y con la ayuda de un descorazonador o un cuchillo pequeño quítales el corazón, procurando no llegar hasta el fondo para que no se escape el jugo durante la cocción.
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Coloca las manzanas en una fuente apta para horno, dejando un poco de espacio entre ellas. En cada hueco pon una cucharadita de azúcar, una cucharadita de mantequilla y clava un palo de canela en el centro, de forma que quede bien sujeto. Si quieres darles un punto más aromático, añade un chorrito de vino dulce.
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Mete la fuente en el horno y déjalas asar durante unos 30 minutos, aunque el tiempo puede variar un poco según el tamaño de las manzanas. Sabrás que están listas cuando la piel empiece a arrugarse y suelten jugo. Sácalas con cuidado, espera unos minutos a que pierdan un poco de calor y ya estarán listas para servir.

Consejos para hacer manzanas asadas
- Elige bien la variedad de manzana. Las reinetas son las más habituales porque aguantan muy bien el horneado, pero también puedes usar golden o royal gala si prefieres un sabor más suave.
- No quites demasiado del corazón. Si atraviesas la manzana de lado a lado, el relleno se saldrá y quedará más seca. Mejor dejar una base fina.
- Añade líquido al fondo de la fuente. Un poco de agua o vino dulce evita que se peguen y ayuda a que se forme un almíbar ligero.
- Controla el tiempo de horno. Cada horno es un mundo: echa un vistazo a partir de los 25 minutos y saca las manzanas cuando veas que la piel está arrugada y la pulpa blanda.
- Sírvelas templadas. Recién hechas queman demasiado y frías pierden parte de la gracia. Lo ideal es esperar unos 10-20 minutos antes de llevarlas a la mesa.
- Usa su propio jugo para servirlas. El almíbar que largan en la cocción es oro líquido, úsalo para salsear las manzanas al servir.
Cómo acompañar manzanas asadas
Las manzanas asadas están riquísimas tal cual, pero si quieres darles un poco más de juego, hay un montón de formas de servirlas. Una de las más clásicas es con una bola de helado de vainilla o un poco de nata montada, que se derrite encima de la manzana caliente y queda espectacular. También combina muy bien con yogur natural, sobre todo si buscas algo más ligero para merendar o desayunar.
Otra opción sencilla es añadir frutos secos picados justo al sacarlas del horno: nueces, almendras o avellanas les dan un contraste crujiente muy bueno. Y si eres de los que disfrutan con un toque más goloso, un hilo de miel o de caramelo líquido por encima convierte el postre en algo todavía más apetecible.
En mi caso, me encanta usarlas también como base para otros postres. Por ejemplo, puedes triturarlas después de hornearlas y usarlas como relleno de una tarta o mezclarlas con un poco de queso fresco batido para hacer una crema rápida. Al final, es una receta de manzanas al horno tan versátil que te saca de un apuro en mil situaciones.
Bueno, pues ya lo tienes, unas manzanas asadas fáciles y de toda la vida que puedes preparar en nada y menos. A mí me gusta hacer varias de golpe porque al día siguiente siguen estando muy buenas, incluso frías. Y ya sabes, puedes probar con diferentes acompañamientos hasta dar con tu favorito. ¡Anímate a hacerlas en casa y me cuentas!
Si buscas otras recetas con manzanas, no puedes dejar de probar la tarta de manzana con hojaldre, que combina la fruta con la crema pastelera y una base crujiente y dorada, los chips de manzana al horno, un snack saludable y fácil de preparar, la tarta tatin, famosa por su caramelo intenso y su presentación invertida, el bizcochuelo de manzana, suave y esponjoso, perfecto para el desayuno o la merienda, y los aros de manzana y canela, un dulce rápido que queda con un toque crujiente por fuera y tierno por dentro.