Hay algo en el bizcocho de limón que me encanta. Será la textura suave, ese punto cítrico que despierta el paladar, o lo bien que huele la casa mientras se hornea. Es de esos dulces que no necesitan presentación ni excusas: apetece porque sí, y siempre sienta bien.
Tengo una vecina que siempre me regala limones de su limonero, y oye, eso hay que aprovecharlo. El aroma de los limones recién cogidos no tiene nada que ver con los del supermercado: es fresco, intenso… huele a verano, aunque estés en pleno invierno. Cada vez que me da una bolsa, lo primero que pienso es en hacer este bizcocho.
Me gusta prepararlo cuando quiero algo fácil pero resultón. De esos que mezclas en un rato y, sin darte cuenta, tienes el horno encendido y la casa oliendo a gloria. No sé si a ti te pasa, pero hay días en los que simplemente apetece algo casero, sin complicaciones, que te alegre la tarde con un café o te acompañe en el desayuno.
Además, se puede adaptar fácilmente: con un glaseado por encima si quieres darle un toque más goloso, con semillas de amapola, o incluso usando yogur de limón para que quede aún más “limonoso”. Cada vez que lo hago, termino pensando que no hace falta nada raro para disfrutar de algo rico.
Así que venga, vamos a ponernos manos a la obra y preparar este bizcocho de limón como los de antes, con buenos ingredientes y ganas de disfrutarlo.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de bizcocho de limón casero
Ingredientes
- 3 huevos
- 220 g de azúcar
- 80 g de aceite de girasol u oliva suave
- 1 limón (zumo y ralladura)
- 1 yogurt natural
- 270 g de harina
- 1 sobre (16 g) de levadura química tipo Royal
- 1 pizca de sal
Cómo hacer bizcocho de limón y yogur
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Precalienta el horno a unos 180°C (arriba y abajo) para que esté bien caliente cuando metamos el bizcocho.
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También, engrasa un molde de plum cake o cúbrelo con papel de horno para que no se pegue.
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Toma un bol grande y tamiza la harina, la levadura química y la pizca de sal. Tamizar estos ingredientes secos ayudará a que el bizcocho quede más esponjoso, ya que no se formarán grumos.
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En otro bol, bate los 3 huevos con el azúcar hasta que quede una mezcla espumosa y un poco más blanquecina.
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Añade el yogurt natural y el aceite de girasol poco a poco mientras sigues batiendo.
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Exprime el zumo de limón, incorpóralo y añade también la ralladura.
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Ahora, de forma suave, ve incorporando los ingredientes secos a la mezcla húmeda. Hazlo con movimientos envolventes, con una espátula o una batidora de varillas a baja velocidad. Es importante no batir demasiado, solo hasta que todo quede bien integrado.
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Vierte la mezcla en el molde que habías preparado al principio. Mete el molde en el horno precalentado y hornea durante unos 35-40 minutos. Cada horno es diferente, así que no dudes en hacer la prueba del palillo: cuando lo pinches en el centro del bizcocho y salga limpio, estará listo.
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Una vez que el bizcocho esté horneado, sácalo del horno y deja que repose unos minutos en el molde. Después, pásalo a una rejilla para que se enfríe completamente antes de desmoldarlo. Así evitarás que se rompa.

Consejos para hacer un bizcocho de limón perfecto
- Mide bien los ingredientes: A veces, la diferencia entre un bizcocho esponjoso y uno más denso está en cómo medimos los ingredientes. Usar una balanza para asegurarte de que no te pases ni de azúcar ni de harina es clave, porque pequeños detalles como estos pueden marcar la diferencia en el resultado final.
- No abras el horno antes de tiempo: Lo sé, ¡es tentador! Estás tan emocionado por ver cómo sube el bizcocho que no puedes evitar abrir el horno. Pero, ojo, hacerlo demasiado pronto puede hacer que el bizcocho baje. Lo mejor es esperar al menos 30 minutos antes de abrir el horno y comprobar cómo va.
- Usa limón fresco: El sabor fresco y natural del limón es lo que hace especial a este bizcocho. Si puedes, evita los aromatizantes artificiales de limón y opta siempre por un limón fresco y biológico, tanto su ralladura como su zumo. La diferencia en sabor es enorme y hace que el bizcocho tenga ese toque especial.
- Si te apetece darle un toque diferente, puedes preparar un glaseado de limón con azúcar glas y un poquito de zumo de limón. Cuando el bizcocho esté completamente enfriado, solo tienes que rociarlo con este glaseado, y te aseguramos que el sabor se intensificará aún más.
Variantes del bizcocho de limón
- Bizcocho de limón y arándanos: Solo tienes que añadir un puñado de arándanos frescos o congelados a la mezcla antes de hornear. ¡El contraste entre el sabor ácido del limón y el dulzor de los arándanos es espectacular! Además, le dará un toque jugoso al bizcocho, haciéndolo aún más irresistible.
- Bizcocho de limón y semillas de amapola: Son un clásico en algunos bizcochos y combinan de maravilla con el limón. Solo tienes que añadir una cucharada de semillas de amapola a la mezcla antes de hornear. Le dará una textura diferente y un toque crujiente que hace que cada bocado sea único.
- Si sigues una dieta sin gluten, no te preocupes, te dejo la receta del bizcocho de limón sin gluten:
- Opción sin azúcar refinado: Si prefieres hacer una versión más saludable, puedes sustituir el azúcar refinado por azúcar moreno o incluso stevia si buscas una opción sin calorías. En este caso, el bizcocho tendrá un sabor más profundo, con un toque ligeramente caramelizado si usas azúcar moreno. Si optas por la stevia, asegúrate de ajustar la cantidad, ya que es más dulce que el azúcar. También puedes probar con jarabe de agave o miel como alternativas naturales.
Bueno, espero que con estos pasos y consejos puedas hacer este delicioso bizcocho fácil de limón. Es una receta sencilla que nunca cansa, te lo prometo.
Así que, ya sabes, pon la receta en práctica, disfruta de un bizcocho esponjoso y sabroso. Si te gustan los bizcochos caseros, no puedes dejar de probar el bizcocho de chocolate, una receta perfecta para los amantes del cacao, que ofrece un sabor profundo y una textura húmeda que te hará querer repetir. Tampoco puedes dejar de lado el bizcocho de yogur, un clásico fácil de hacer que siempre sale esponjoso y es ideal para un desayuno o merienda ligera, con un toque de suavidad y frescura gracias al yogur.
Si te animas a probar algo más original, el bizcocho de zanahoria y nueces es una opción deliciosa, con un sabor ligeramente especiado y la combinación perfecta de zanahoria rallada y nueces crujientes, que hace de este bizcocho una receta diferente y nutritiva. Cada uno de estos bizcochos caseros tiene su propio encanto y todos son fáciles de hacer, ¡así que no dudes en probarlos!